Piedras preciosas fotos y nombres

nombres y significados de las piedras preciosas

El ágata es un cuarzo criptocristalino translúcido con bandas, penachos, dendritas o inclusiones que le dan un aspecto colorido e interesante. Es una gema muy popular cortada en cabujones, cuentas y objetos ornamentales.

El granate almandino, también conocido como “almandita”, es un granate rico en hierro, de color rojo a púrpura, geológicamente muy común y que suele venderse en el lado más asequible de la gama de precios del granate. Por ello, es habitual en joyería.

La amazonita es un nombre comercial que se da a una variedad de feldespato microclino de color verde claro a verde brillante. Tiene una dureza Mohs de 6 con una hendidura perfecta, por lo que es mejor utilizarla donde no sufra abrasión o impacto.

El ámbar es una resina fósil segregada por árboles antiguos. Suele tener un color entre amarillo y marrón anaranjado, pero puede ser blanco, verdoso, azulado o negro. Es una gema orgánica que se puede cortar y pulir fácilmente para obtener gemas brillantes y ligeras.

La amatista es una variedad transparente de cuarzo que va del lila claro al morado intenso. Es una de las gemas facetadas más populares y a veces se corta en cabujón. Se encuentra en muchos lugares del mundo.

zircón

Su entorno verde muestra un rubí de Tanzania en su belleza sin pulir. Los rubíes, valorados como gemas preciosas, son el mineral corindón en su forma roja. Quizá el país más conocido por sus rubíes era Myanmar (Birmania), pero su producción ha disminuido mucho. Hoy en día los rubíes también se crean sintéticamente en el laboratorio.</p> <p>

Su entorno verde muestra un rubí de Tanzania en su belleza sin pulir. Los rubíes, valorados como gemas preciosas, son el mineral corindón en su forma roja. Quizás el país más conocido por sus rubíes era Myanmar (Birmania), pero la producción del país ha disminuido mucho. Hoy en día los rubíes también se crean sintéticamente en el laboratorio.

citrino

Al principio del Antiguo Testamento, había doce piedras preciosas sagradas que procedían de la Montaña de Dios, donde Moisés recibió los Diez Mandamientos. Fueron entregadas a Moisés, cuyo proyecto de coraza sagrada para su hermano, el sumo sacerdote Aarón, aparece en Éxodo, 28:15-30.

Muchas de estas mismas piedras preciosas aparecen en Ezequiel, capítulo 28, en referencia al rey de Tiro. Se dice que tienen el poder de convocar a los ángeles, el libro de Ezequiel las llama “Las Piedras de Fuego” Ezequiel, Capítulo 28:13-16).

También hay doce piedras preciosas enumeradas en el Apocalipsis, capítulo 21. A pesar de la confusión que rodea a los diversos nombres y traducciones de las mismas, muchos creen que las gemas enumeradas en Apocalipsis, Capítulo 21 son las mismas doce piedras preciosas sagradas de la Montaña de DIOS, “Las Piedras de Fuego”, que estaban en la Pechera del Juicio de Aarón.

Muchos también creen que hay una clara asociación entre los doce apóstoles y las doce gemas de los muros de Jerusalén. Uno de los primeros escritores que relaciona a los apóstoles con el simbolismo de las doce gemas es Andreas, obispo de Caesurae. A cada uno de los santos se le asignó su propia piedra preciosa y las doce gemas coinciden exactamente con las mencionadas en el pasaje del Apocalipsis.

hematita

Navaratna (sánscrito: नवरत्न) es una palabra compuesta en sánscrito que significa “nueve gemas” o “ratnas”. Las joyas creadas en este estilo tienen un importante significado cultural en muchas culturas del sur y el sureste de Asia como símbolo de riqueza y estatus, y también por tener otros supuestos beneficios talismán para la salud y el bienestar. Se cree que el engaste de las piedras tiene poderes místicos, ligados a la astrología, la mitología y vinculados intrínsecamente a las religiones indias del hinduismo, el jainismo y el budismo. El origen histórico del significado de las nueve gemas ha resultado imposible de rastrear, pero está vinculado a conceptos mitológicos en torno a la cosmología y la astrología y a los “Navagrahas”, o “nueve dioses celestiales”.

Las piedras suelen engastarse en joyas de oro o plata, con un rubí como pieza central que representa al Sol. Cada piedra adicional que rodea al rubí representa otro cuerpo celeste del Sistema Solar o un nodo, además de representar conceptos metafísicos de buena fortuna y las características y personalidades de las figuras religiosas. Para los propósitos tradicionales y los supuestos beneficios para la salud, la disposición de las piedras y su posición en el cuerpo es de especial importancia, así como la calidad de las piedras preciosas.