Efectos de la falta de vitamina d

huevo

La deficiencia de vitamina D, o hipovitaminosis D, se define como un nivel de vitamina D inferior al normal. La deficiencia de vitamina D también puede estar causada por una ingesta nutricional inadecuada de vitamina D, por trastornos que limitan la absorción de la vitamina D y por afecciones que afectan a la conversión de la vitamina D en metabolitos activos, como ciertos trastornos hepáticos, renales y hereditarios[4] La deficiencia afecta a la mineralización de los huesos, lo que provoca enfermedades de reblandecimiento óseo, como el raquitismo en los niños. También puede agravar la osteomalacia y la osteoporosis en los adultos, lo que conlleva un mayor riesgo de fracturas óseas[1][4] La debilidad muscular es también un síntoma común de la deficiencia de vitamina D, lo que aumenta aún más el riesgo de caídas y fracturas óseas en los adultos[1] La deficiencia de vitamina D se asocia con el desarrollo de esquizofrenia[5].

La vitamina D puede sintetizarse en la piel bajo la exposición de los rayos UVB de la luz solar. El pescado azul como el salmón, el arenque y la caballa también son fuentes de vitamina D, al igual que las setas. La leche suele estar enriquecida con vitamina D y, a veces, el pan, los zumos y otros productos lácteos también lo están[1].

salmón

La vitamina D es un nutriente que el cuerpo necesita para construir y mantener unos huesos sanos. Esto se debe a que el cuerpo sólo puede absorber el calcio, el principal componente de los huesos, cuando la vitamina D está presente. La vitamina D también regula muchas otras funciones celulares del organismo. Sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras favorecen la salud inmunitaria, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.

La vitamina D no se encuentra de forma natural en muchos alimentos, pero puede obtenerla de la leche enriquecida, los cereales enriquecidos y los pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas. El cuerpo también produce vitamina D cuando la luz solar directa convierte una sustancia química de la piel en una forma activa de la vitamina (calciferol).

La cantidad de vitamina D que produce la piel depende de muchos factores, como la hora del día, la estación del año, la latitud y la pigmentación de la piel. Dependiendo del lugar en el que vivas y de tu estilo de vida, la producción de vitamina D puede disminuir o estar completamente ausente durante los meses de invierno. La protección solar, aunque es importante para prevenir el cáncer de piel, también puede disminuir la producción de vitamina D.

yema de huevo

La vitamina D es tanto un nutriente que comemos como una hormona que produce nuestro cuerpo. Se trata de una vitamina liposoluble que, desde hace tiempo, se sabe que ayuda al organismo a absorber y retener el calcio y el fósforo; ambos son fundamentales para la formación de los huesos. Además, los estudios de laboratorio demuestran que la vitamina D puede reducir el crecimiento de las células cancerosas, ayudar a controlar las infecciones y reducir la inflamación. Muchos de los órganos y tejidos del cuerpo tienen receptores para la vitamina D, lo que sugiere funciones importantes más allá de la salud ósea, y los científicos están investigando activamente otras posibles funciones.

Pocos alimentos contienen vitamina D de forma natural, aunque algunos están enriquecidos con ella. Para la mayoría de las personas, la mejor manera de obtener suficiente vitamina D es tomar un suplemento, ya que es difícil ingerir suficiente a través de los alimentos. Los suplementos de vitamina D están disponibles en dos formas: vitamina D2 (“ergocalciferol” o previtamina D) y vitamina D3 (“colecalciferol”). Ambas son también formas naturales que se producen en presencia de los rayos ultravioleta-B (UVB) del sol, de ahí su apodo, “la vitamina del sol”, pero la D2 se produce en las plantas y los hongos y la D3 en los animales, incluidos los humanos. La producción de vitamina D en la piel es la principal fuente natural de vitamina D, pero muchas personas tienen niveles insuficientes porque viven en lugares donde la luz del sol es limitada en invierno, o porque tienen una exposición al sol limitada debido a que están en el interior la mayor parte del tiempo. Además, las personas con piel más oscura suelen tener niveles más bajos de vitamina D en la sangre porque el pigmento (melanina) actúa como una sombra, reduciendo la producción de vitamina D (y también reduciendo los efectos dañinos de la luz solar en la piel, incluido el cáncer de piel).

queso

Puede obtener la vitamina D de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de los suplementos. El cuerpo forma vitamina D de forma natural tras la exposición a la luz solar. Pero una exposición excesiva al sol puede provocar el envejecimiento de la piel y el cáncer de piel, por lo que muchas personas intentan obtener la vitamina D de otras fuentes.

Una carencia grave de vitamina D también puede provocar otras enfermedades. En los niños, puede causar raquitismo. El raquitismo es una enfermedad rara que hace que los huesos se ablanden y se doblen. Los bebés y niños afroamericanos corren un mayor riesgo de padecer raquitismo. En los adultos, la carencia grave de vitamina D provoca osteomalacia. La osteomalacia causa huesos débiles, dolor de huesos y debilidad muscular.

Los investigadores están estudiando la vitamina D por su posible relación con varias enfermedades, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer y las enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple. Es necesario realizar más investigaciones antes de poder comprender los efectos de la vitamina D en estas afecciones.

Si tiene una deficiencia de vitamina D, el tratamiento es con suplementos. Consulte con su proveedor de atención médica sobre la cantidad que debe tomar, la frecuencia con la que debe hacerlo y el tiempo que debe tomarlo.