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Trastorno por déficit de atención
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
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El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es un trastorno de la conducta que provoca síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad, que varían en gravedad e interfieren en las actividades diarias habituales.
El TDAH suele desarrollarse en la infancia, pero puede continuar en la edad adulta. Las personas que lo padecen suelen tener comportamientos impulsivos, ser demasiado activas y tener dificultades para prestar atención. El TDAH no es igual en todas las personas. El tipo de TDAH que tiene una persona depende de los síntomas y comportamientos principales que presenta.
Hay tres formas principales en las que se pueden presentar los síntomas del TDAH. Estas formas se denominaban anteriormente “subtipos” en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV), pero se denominan “presentaciones” en el actual DSM-5. Aquí los utilizaremos como sinónimos.
Trastorno por déficit de atención en adultos
La causa o causas precisas se desconocen en la mayoría de los casos.[6][7] Se calcula que los factores genéticos representan alrededor del 75% del riesgo.[8] Las toxinas e infecciones durante el embarazo y el daño cerebral pueden ser riesgos ambientales. No parece estar relacionado con el estilo de crianza o la disciplina[9] Afecta a alrededor del 5-7% de los niños cuando se diagnostica a través de los criterios del DSM-IV y al 1-2% cuando se diagnostica a través de los criterios de la CIE-10. En 2019, se estimó que afectaba a 84,7 millones de personas en todo el mundo[10] Las tasas son similares entre los países y las diferencias en las tasas dependen sobre todo de cómo se diagnostica[11] El TDAH se diagnostica aproximadamente dos veces más a menudo en los niños que en las niñas[1], aunque el trastorno suele pasarse por alto en las niñas o solo se diagnostica en etapas posteriores de la vida porque sus síntomas suelen diferir de los criterios de diagnóstico. [12][13][14][15] Aproximadamente el 30-50% de las personas diagnosticadas en la infancia siguen teniendo síntomas en la edad adulta y entre el 2-5% de los adultos padecen la enfermedad[16][17] En los adultos, puede producirse inquietud interior, más que hiperactividad. Los adultos suelen desarrollar habilidades de afrontamiento que compensan algunas o todas sus deficiencias. La afección puede ser difícil de distinguir de otras afecciones, así como de los altos niveles de actividad dentro del rango de comportamiento normal.
Add vs adhd
El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) se caracteriza por un patrón continuo de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo. Las personas con TDAH experimentan un patrón continuo de los siguientes tipos de síntomas:
Los proveedores de atención primaria a veces diagnostican y tratan el TDAH. También pueden remitir a las personas a un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo clínico, que puede realizar una evaluación exhaustiva y hacer un diagnóstico de TDAH.
Para que una persona reciba un diagnóstico de TDAH, los síntomas de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad deben ser crónicos o duraderos, perjudicar el funcionamiento de la persona y provocar un retraso en el desarrollo típico para su edad. El estrés, los trastornos del sueño, la ansiedad, la depresión y otras condiciones físicas o enfermedades pueden causar síntomas similares a los del TDAH. Por lo tanto, es necesario realizar una evaluación exhaustiva para determinar la causa de los síntomas.
Los síntomas del TDAH pueden aparecer ya entre los 3 y los 6 años y pueden continuar hasta la adolescencia y la edad adulta. Los síntomas del TDAH pueden confundirse con problemas emocionales o disciplinarios o pasarse por alto por completo en niños que presentan principalmente síntomas de falta de atención, lo que provoca un retraso en el diagnóstico. Los adultos con TDAH no diagnosticado pueden tener un historial de bajo rendimiento académico, problemas en el trabajo o relaciones difíciles o fallidas.
Prueba del trastorno por déficit de atención
El TDAH, también llamado trastorno por déficit de atención, es un trastorno del comportamiento, que suele diagnosticarse por primera vez en la infancia, y que se caracteriza por la falta de atención, la impulsividad y, en algunos casos, la hiperactividad. Estos síntomas suelen aparecer juntos; sin embargo, uno de ellos puede aparecer sin los otros.
Los síntomas de hiperactividad, cuando están presentes, son casi siempre evidentes a la edad de 7 años y pueden estar presentes en preescolares muy jóvenes. La falta de atención o el déficit de atención pueden no ser evidentes hasta que el niño se enfrenta a las expectativas de la escuela primaria.
El TDAH es una de las áreas más investigadas de la salud mental de los niños y adolescentes. Sin embargo, aún se desconoce la causa exacta del trastorno. Las pruebas disponibles sugieren que el TDAH es genético. Se trata de un trastorno biológico de base cerebral. En los niños con TDAH se encuentran niveles bajos de dopamina (una sustancia química del cerebro), que es un neurotransmisor. Los estudios de imágenes cerebrales realizados con escáneres PET (tomografía por emisión de positrones; una forma de imagen cerebral que permite observar el cerebro humano en funcionamiento) muestran que el metabolismo cerebral de los niños con TDAH es menor en las áreas del cerebro que controlan la atención, el juicio social y el movimiento.