La ACB ya está trabajando en la temporada 2020-21. Todavía no ha establecido el calendario de emparejamiento pero, lo que es más importante, finalizó el protocolo de regreso. Entre otras cosas, los clubes prevén que la competencia, que comenzará el 18 de septiembre, comenzará con una audiencia en los cines, entre el 30% y el 50% de su capacidad. Además, también quiso aclarar cuál sería el procedimiento en caso de positivos en los modelos y qué hacer en caso de que fuera necesario suspender un día. Asimismo, la asociación también está considerando la posibilidad de una nueva burbuja si la situación empeora, como se hizo con gran acierto al concluir la temporada pasada.
La Casademont ya ha informado a sus suscriptores, informándoles que muy pronto tendrán noticias de la nueva campaña. De momento, el club no ha podido ponerlo en marcha y es un pilar fundamental en las arcas de la entidad. El club aragonés puede hacerse con alrededor de un millón de euros en abonos. Sin embargo, Casademont tiene más del 50% de la capacidad de suscriptores del Príncipe Felipe, y después de los buenos resultados de la temporada pasada, se podría esperar un aumento para la próxima. Hasta marzo, cuando todo iba a estar suspendido, el club aragonés reunió a más de 8.000 y 9.000 espectadores en cada partido.
Para los clubes, especialmente aquellos con seguidores tan fieles como Casademont, contar con el apoyo de la grada es fundamental. Por eso trabajan en un entorno en el que los aficionados podrán entrar a los campos pero con limitaciones. El plan inicial de la ACB es que los pabellones reciban un máximo del 30% o 50% de su capacidad. En el caso del Príncipe Felipe, actualmente tiene 10.744 asientos, ya que tuvo que intervenir varias veces para aumentar su capacidad; sin embargo, los clubes también están preparando las alternativas más pesimistas, en función de la evolución de la pandemia y la situación de cada ciudad en las próximas semanas. Lo importante es que la competencia puede desarrollarse en las circunstancias actuales.