Lo que se jugará desde el 17 de junio tendrá muy poco que ver con lo que se jugó hasta el 12 de marzo, por decir lo menos. Un descanso de dos meses, entrenamiento sin contacto y en grupo, es suficiente para que el final de la temporada de ACB sea muy diferente de lo que hubiera sucedido si todo hubiera sucedido naturalmente. Casademont Zaragoza fue destruido por el mejor curso de su historia, veinte días consecutivos entre el segundo y el tercer lugar en el ranking. Y si eso no fuera suficiente, el equipo aragonés será el que más regresará después de haber sufrido hasta cinco derrotas.
No es el único club que ha perdido tropas en el camino, casi todos los jugadores estadounidenses que han decidido regresar a su país, pero ninguno de los otros once que jugarán la fase final se han quedado sin tres piezas. claves a las que hay que sumar dos heridos. Burgos se quedó sin Earl Clark, Joventut sin Luke Harangody, Bilbao sin Tyler Haws, Barcelona sin Delaney y Jaime Fernández tuvieron que detenerse en Unicaja para someterse a una cirugía. Algunos incluso recuperan a los heridos, como Baskonia con Vildoza y Granger o Barcelona con Pangos y Heurtel.
Seeley y Thompson fueron los primeros en irse a Zaragoza, preocupados por la propagación de la pandemia y la situación en los Estados Unidos. Lo hicieron sin autorización, aunque prometieron regresar, pero poco después, solicitaron una retirada voluntaria. Unas semanas más tarde, fue Fran Vázquez quien decidió que el miedo al contagio era mayor que la ilusión de decir adiós en la pista y también pidió abandonar la entidad. Tres piezas importantes que no estarán en Valencia.
Por lo tanto, Porfirio Fisac se encontró sin su talentoso portero, sin su centro de partida y sin los cinco que el club firmó debido a la lesión de Javier Justiz. Para empeorar las cosas, el tiempo de inactividad tampoco permitió que el cubano llegara a tiempo y no estará disponible para desafiar esta fase final. Tampoco Renaldas Seibutis, que no hizo su debut durante toda la temporada. Además, dos jugadores se unieron al trabajo dos semanas después debido al nivel propuesto en la prueba serológica. Dicho esto, el entrenador tuvo que trabajar tan duro como pudo y terminó con un equipo notablemente diferente, especialmente dentro, desde el tercero en la Liga y el cuarto finalista en la Liga de Campeones.
Para aliviar el pequeño número de tropas, la entidad ha recuperado a Pradilla y Urdiain, otros dos buenos representantes de la llamada generación Z, de sus misiones, y Aitor Etxeguren también viajará a Valencia, pero no se planea ningún otro movimiento. . Aunque la ACB no ha anunciado si se podrían realizar cambios en los equipos para esta fase final y cuántos cambios, Casademont no planea contratar refuerzos. Además de la dificultad del mercado en la actualidad, porque el club continúa en el ERTE que tuvo que aplicar para mitigar el impacto de la crisis de los coronavirus.
El Casademont que juega la fase final será ligeramente diferente del que lo alcanzó. Más joven, mucho más joven, con menos experiencia, menos jugadores en el primer equipo. Pero con la firme intención de mantener el mismo espíritu, el mismo juego y la misma filosofía de grupo. Además, será una magnífica oportunidad para estos jóvenes, llamados a ser el futuro más cercano del club aragonés.