Carlos Ranera: “Abandonar el mercado europeo es una espina clavada”

Han pasado cinco meses desde que el voleibol detuvo la Liga por la situación vivida con la llegada del covid-19. Pese a ello, el presidente del Club de Voleibol Teruel, Carlos Ranera, afirma tener una plantilla consolidada lista para llevar a Teruel a la cima.

Fueron uno de los primeros deportes en abandonar debido al covid-19, ¿cómo fueron esos meses? Desde el club los hemos vivido con muchas incertidumbres. Nos encontramos en una situación caótica en marzo y se decidió en ese momento terminar las competiciones y creo que lo hicimos con muy buen criterio porque si se deja todo colgado hablaríamos de El final de la temporada en junio fue realmente impracticable porque los contratos, en el mejor de los casos, duran hasta el 30 de mayo.

¿Cómo se adaptaron a esta nueva situación? Honramos los contratos fielmente y no tomamos Ertes ni ningún tipo de ayuda y enfrentamos la situación. Hemos empezado a trabajar en la preparación para la próxima temporada con todas las incertidumbres y todos los problemas que se pueden superar porque entendemos que no podemos parar y tenemos que seguir trabajando. Los primeros pasos fueron intentar renovar al máximo de los componentes de la temporada pasada y prácticamente lo hemos conseguido salvo la ausencia del jugador brasileño, el pasador Pedro Jukoski que, pese a negociar con él, no ha esperó y tomó la decisión de ir a Francia. El segundo fue Fabian Plak, el defensa central holandés, ya que el equipo técnico buscaba un perfil diferente. Lo más importante era mantener al grupo lo más cohesionado posible.

¿Cómo está planeada la temporada? Ya tenemos un horario aprobado. La Supercopa se jugaría el último fin de semana de septiembre y la Liga comenzaría el 3 de octubre. Además, este año la Liga tiene 14 equipos en lugar de 12, por lo que están previstos más partidos y habrá que jugar algunos miércoles. A esto hay que sumar la Copa del Rey y que nuestra Liga es regular y que hay eliminatorias para ocho equipos. El calendario se va a ajustar mucho porque el año que viene todas las competiciones olímpicas deben finalizar en mayo

¿Cómo les va ahora? Entrenamos con todos los protocolos que se han marcado y que nuestro equipo médico maneja al milímetro con desinfecciones, pruebas de PCR y entrenamientos individuales o con aquellos con los que conviven. No tenemos ni idea de cómo será el inicio de Liga pero tendremos que adaptarnos. Por el momento, Pablo Bugallo, que llegará la semana que viene, y Mariano Vildosoa, que tramitan su visado para incorporarse a finales de agosto a las órdenes de Maxi, aún no se han incorporado.

¿Cómo se siente haber dejado de competir en Europa? La verdad es muy triste. Fue principalmente por razones económicas, para competir en Europa, nunca se sabe lo que te traerá un empate. Puedes conseguir un equipo más o menos cercano, como Francia, o uno que rompa tu presupuesto. Hemos decidido, creo que con mucha cautela, guardarlo para futuras ocasiones. Sigue siendo una espina que se clava ahí porque te lo has ganado sobre el terreno, pero obviamente se necesitaría más capacidad económica para afrontarlo con garantías. Nos detuvimos con dolor pero quizás un poco menos por la situación actual.

¿Cómo está el grupo con todas las incertidumbres que existen actualmente? Veo bien al grupo porque creo que el ser humano tiene una capacidad de adaptación brutal y lo hemos visto en otros deportes. Un pabellón vacío hace mucho frío, pero un estadio de fútbol es aún más frío y debe ser un poco duro. Por supuesto que no será fácil y por supuesto en un campo como el nuestro faltará la afición, que tiene un papel muy importante por la calidez que transmiten.

¿Existe alguna inquietud sobre socios y patrocinadores? Entre los patrocinadores, la pandemia ha pasado factura y algunos que estuvieron con nosotros mucho tiempo ya no continúan, pero se nos han sumado nuevos. Principalmente uno, que aún no hemos presentado, pero que se incorporará durante dos temporadas. Lo que nos preocupa mucho es la cuestión de los socios porque, no solo por lo que significa económicamente, que todo queda, sino por el apoyo perdido. Estamos moviendo alrededor de 1.400 socios y ya en la última campaña que lanzamos hace unas semanas les pedimos su fidelidad y apoyo al club. Queremos seguir transmitiendo esta idea y la sensación de que en algo pequeño, como Teruel, también puedes tener proyectos que emocionen y motiven.

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