Wolfsburg-Lyon: la habitual final en otra Champions League

Los dos gigantes europeos repiten el título. El año de las sorpresas no fue tan Fútbol femenino continental, que a pesar del nuevo formato concluye el curso con la habitual final: Wolfsburg Olympique de Lyon (domingo 20 h, OBJETIVO). Han sufrido más que nunca, han estado contra las cuerdas en más de una ocasión, pero como buenos goliatas han adelantado giros para verse en la batalla final, la que cuando se jugaba entre los Alemán y francés, es una agonía.

Será el cuarta final entre los dos equipos y las estadísticas dictan que el empate es máximo, pero que el título generalmente lo recoge el equipo vestido de blanco, el Lyon. De hecho, la final de 2013, ganada por Wolfsburg gracias a un ambos de Müller con penalti, fue el final de una secuencia histórica. Hasta entonces, el Lyon nunca había perdido un empate de 90 minutos. Lo hizo, pero nunca volvió a suceder. Al menos contra VFl, que vio la final de 2016 escapar por penales y la final de 2018 en tiempo extra.

Y es que, durante mucho tiempo, el fútbol femenino revirtió la famosa frase de Gary Lineker. Aquí, Juegan 11 contra 11 y el Lyon siempre gana. La dinastía francesa, que parecía al borde del colapso este año, persiste con su Octavos de final de la Champions League, el quinto consecutivo. Y puede acabar con el séptimo título europeo de la entidad (el quinto de forma continua). Aunque Wolfsburg ya sabe lo que es gobernar EuropaLo ha hecho dos veces y quiere repetir para acabar con la maldición del Lyon, que no elimina desde 2013.

CRECIMIENTO ASEGURADO

El encuentro también podría dejarnos Pernille Harder, que tan bien neutralizó el Barcelona, ​​como máximo goleador del torneo y Sarah Bouhandi y Wendie Rendard levantan su séptima Champions League. Pero la belleza de esta Champions no ha sido ver la final como siempre, sino también confirmar el crecimiento que promete el fútbol femenino continental. Siempre con el permiso de las instituciones, que nuevamente se negaron uso del VAR en competiciones femeninas. Solo la final tendrá video arbitraje, que nadie entiende ya que todas las eliminatorias se jugaron en estadios preparados como San Mamés y Anoeta. “Es parte de la discriminación. Tiene que ser la igualdad. Si somos los mejores ocho equipos de Europa, necesitamos los mejores árbitros de Europa y el VAR”, dijo. Irene Paredes tras la eliminación del PSG.

Más allá de la polémica, esta Champions nos ha dejado al Barcelona como uno de los grandes equipos de Europa. “Somos parte de eso, no hay distancia”, dijo. Alexia putellas en lagrimas. Dijo que estaba convencida del gran juego que habían hecho y destacó que no había cambiado a ninguno de sus compañeros por los jugadores de Wolfsburg. Ordinario. Porque ante el campeón de Alemania de todos los tiempos, el equipo de Lluís Cortés resultó el fútbol más atractivo del viejo continente. Dominaba a su antojo, hacía bailar a VfL a ritmo de fútbol total y solo fallaba el tiro. Los catalanes no quisieron encontrar excusas, ni contaron con la falta de ritmo que suponía parada Primera Iberdrola. Se limitaron a prometer que seguirán intentándolo hasta que aparezca el título en las vidrieras de “Can Barça”. Y dado lo que vemos, volverán.

Pero los catalanes no son los únicos que han dado un paso adelante. Esta atípica edición de la Champions League también nos dejó un Atlético de Madrid competitivo a pesar de las derrotas, crecimiento futbolístico e inversión del Paris Saint-Germain liderado por Irene Paredes, un Bayern joven y de calidad que estaba a punto de sorprender al Lyon y un Chelsea prometedor con jugadores al nivel de Kerr e Inglaterra y la ilusión de la caza de Pernille Harder por 350.000 €. La final es la misma de siempre pero la competición no, porque los demás llegaron para quedarse.

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