Ejemplos de temperamento en la vida cotidiana

Ejemplos de temperamento infantil

Algunos investigadores señalan la asociación del temperamento con rasgos dinámicos formales del comportamiento, como los aspectos energéticos, la plasticidad, la sensibilidad a reforzadores específicos y la emocionalidad[1] Los rasgos del temperamento (como el neuroticismo, la sociabilidad, la impulsividad, etc.) son patrones distintivos del comportamiento a lo largo de la vida, pero son más notables y más estudiados en los niños. Los bebés son descritos típicamente por su temperamento, pero la investigación longitudinal en la década de 1920 comenzó a establecer el temperamento como algo que es estable a lo largo de la vida[2].

Históricamente, en el siglo II d.C., el médico Galeno describió cuatro temperamentos clásicos (melancólico, flemático, sanguíneo y colérico), correspondientes a los cuatro humores o fluidos corporales[7]. Este concepto histórico fue explorado por filósofos, psicólogos, psiquiatras y psicofisiólogos desde los primeros tiempos de la ciencia psicológica, con teorías propuestas por Immanuel Kant, Hermann Lotze, Ivan Pavlov, Carl Jung y Gerardus Heymans, entre otros. En la historia más reciente, Rudolf Steiner había enfatizado la importancia de los cuatro temperamentos clásicos en la educación elemental, época en la que creía que la influencia del temperamento en la personalidad era más fuerte[8][9] Ni Galeno ni Steiner se aplican generalmente al estudio contemporáneo del temperamento en los enfoques de la medicina moderna o la psicología contemporánea.

Ejemplos de personalidad y temperamento

El temperamento de un niño describe la forma en que se acerca y reacciona al mundo. Es su “estilo” personal. El temperamento influye en el comportamiento del niño y en su forma de interactuar con los demás. Aunque el temperamento no define ni predice claramente el comportamiento, comprender el temperamento de un niño puede ayudar a los proveedores y a las familias a entender mejor cómo reaccionan los niños pequeños y cómo se relacionan con el mundo que les rodea. La información sobre el temperamento también puede orientar a los padres y cuidadores a la hora de identificar los puntos fuertes de los niños y los apoyos que necesitan para tener éxito en sus relaciones y entornos.

Los investigadores han descrito el temperamento de los niños pequeños mediante varios rasgos diferentes. Estos rasgos tienen que ver con el nivel de actividad del niño, su adaptabilidad a las rutinas diarias, cómo responde a las nuevas situaciones, su estado de ánimo, la intensidad de sus reacciones, su sensibilidad a lo que ocurre a su alrededor, la rapidez con la que se adapta a los cambios y lo distraído y persistente que puede ser cuando realiza una actividad. Basándose en estos rasgos, los investigadores suelen clasificar a los niños en tres tipos de temperamento:

Ejemplo de rasgos de temperamento

Algunos niños son “fáciles”. Son predecibles, tranquilos y abordan la mayoría de las nuevas experiencias de forma positiva. Otros niños son más difíciles, no son capaces de gestionar sus experiencias y expresiones emocionales con facilidad. Cuando la personalidad de un niño no encaja o no coincide con la de otros miembros de la familia, puede ser un reto para todos. Por supuesto, ningún niño es de una manera todo el tiempo, pero cada uno tiene su propio tipo habitual.

La facilidad con la que un niño se adapta a su entorno está fuertemente influenciada por su temperamento, es decir, su capacidad de adaptación y su estilo emocional. En su mayor parte, el temperamento es una cualidad innata del niño, con la que nace. Se modifica un poco (sobre todo en los primeros años de vida) por sus experiencias e interacciones con otras personas, con su entorno y por su salud.

Cuando el niño llega a la edad escolar, su temperamento está bien definido y es bastante evidente para quienes lo conocen. No es algo que vaya a cambiar mucho en el futuro. Estas características innatas no tienen nada que ver con tus propias habilidades como padre. Sin embargo, la adaptación del comportamiento de un niño en edad escolar depende en gran medida de la interacción entre su temperamento y el tuyo, y de la forma en que los demás responden a él, es decir, de lo cómodo que se siente en su entorno y con las personas que le rodean.

Qué es el temperamento en psicología

El temperamento se refiere a la intensidad emocional de un bebé y suele establecerse en las primeras semanas después del nacimiento. Conozca los tres tipos de temperamento, así como el modo en que los factores hereditarios y ambientales influyen en el temperamento.

¿Qué es el temperamento? Si tiene hijos o ha pasado tiempo con ellos, es probable que ya conozca el temperamento. El temperamento es observable en los niños desde su nacimiento. Pregunte a cualquier padre y le dirá si su hijo era un bebé fácil o difícil. Tal vez el bebé era a menudo inquieto e inconsolable. Algunos padres incluso le dirán que su hijo era tan difícil de pequeño que decidieron no tener más hijos después. Otros padres le dirán que su hijo era un bebé fácil que manejaba las nuevas situaciones con gran flexibilidad. En cualquiera de los casos, los padres están pensando en el temperamento de su hijo. El temperamento es el nivel característico de excitabilidad o intensidad emocional de un individuo y suele reconocerse en las primeras semanas después del nacimiento. A menudo se supone que es una indicación temprana de la personalidad, aunque la personalidad combina el temperamento con las experiencias para dar forma a los rasgos de toda la vida.