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Declaración de la republica catalana
Historia de cataluña
Este artículo trata sobre la comunidad autónoma española. Para la entidad política histórica, véase Principado de Cataluña. Para otros usos, véase Cataluña (desambiguación) y Cataluña (desambiguación).
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La mayor parte del territorio (excepto el Valle de Arán), se encuentra en el noreste de la Península Ibérica, al sur de la cordillera de los Pirineos. Cataluña está formada por cuatro provincias: Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona. Barcelona, la capital y la ciudad más grande, es el segundo municipio más poblado de España y la quinta zona urbana más poblada de la Unión Europea[11]. Comprende la mayor parte del antiguo Principado de Cataluña (con el resto del Rosellón que ahora forma parte de los Pirineos Orientales de Francia). Limita con Francia (Occitanie) y Andorra al norte, con el mar Mediterráneo al este y con las comunidades autónomas españolas de Aragón al oeste y Valencia al sur. Las lenguas oficiales son el catalán, el español y el dialecto aranés del occitano[12].
Declaración de independencia de cataluña
La lengua catalana se originó a partir del latín vulgar en los Pirineos, entre Francia y España. Se separó de las demás lenguas románicas en el siglo IX.[1] En esa época, el catalán se extendió rápidamente por toda la península ibérica cuando los condes catalanes conquistaron el territorio musulmán.[1] En el siglo XI, la lengua catalana estaba presente en varios documentos feudales.[2] El catalán estaba presente en todo el Mediterráneo en el siglo XV. En esa época, la ciudad de Valencia era próspera[1].
En 1659 se firmó el Tratado de los Pirineos, que inició la supresión de la lengua catalana. Luis XIV promulgó un decreto que prohibía el uso de la lengua catalana en la Cataluña Norte[3] La represión continuó durante la Revolución Francesa, cuando la Primera República Francesa prohibió el uso del catalán en la enseñanza lingüística[4] La represión continuó hasta hace poco, cuando finalmente el gobierno francés, en 2007, promovió el uso del catalán públicamente y en la enseñanza[5].
En España, el uso del catalán también estaba prohibido. En la España franquista, el catalán estaba prohibido en la administración y la educación. Al principio se prohibió en los medios de comunicación, pero luego se permitió a principios de los años 50. Sin embargo, se siguieron publicando obras escritas en catalán[6] Desde la muerte de Franco y la posterior adopción de la monarquía constitucional española, se ha promovido la lengua catalana.
Independencia de cataluña 2021
La Ley del Referéndum de Autodeterminación de Cataluña contenía la disposición de que, en caso de un resultado a favor de la independencia, ésta se declararía en las 48 horas siguientes al recuento de todos los votos. El presidente catalán, Carles Puigdemont, lo confirmó el 3 de octubre durante una entrevista exclusiva con la BBC, diciendo que “vamos a declarar la independencia 48 horas después de que se cuenten todos los resultados oficiales”[9].
Tras afirmar que consideraba el referéndum válido y vinculante, Puigdemont optó por utilizar la expresión “asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”, antes de añadir que “pediría al Parlamento que suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas podamos emprender un diálogo”.
El discurso dejó a los observadores desconcertados, ya que se esforzaron por entender si Puigdemont acababa de declarar la independencia[11][12]. Mientras que algunos comentaristas afirmaron que la independencia acababa de ser declarada y puesta en suspenso,[13][14] otros afirmaron que la declaración de independencia había sido pospuesta[2][15][16][17].
República catalana 8 segundos
Los diseños autonómicos de Cataluña del siglo XX, nacidos del debate sobre la organización territorial de la España constitucional, se basan en el dinamismo social contemporáneo y responden a las necesidades de una sociedad democrática moderna. En contraste con sus remotas, inespecíficas y ambiguas experiencias históricas, el actual esquema autonómico de Cataluña ha seguido una estricta línea de continuidad.
En opinión de los políticos nacionalistas catalanes, la Mancomunidad fue un modesto pero útil primer paso hacia la autonomía de Cataluña, por lo que la institución inspiró el trabajo para ayudarla a crecer. El 25 de noviembre de 1918, la Mancomunidad aprobó las Condiciones de Autonomía de Cataluña y redactó un Estatuto, que fue aprobado por los representantes y diputados presentes en la asamblea del 25 de enero de 1919. Este Estatuto, que contenía 34 artículos y varias estipulaciones transitorias, preveía un gobierno autónomo formado por un parlamento, un ejecutivo y un gobernador general; esbozaba un marco financiero autónomo y definía las competencias del Estado y de la región autónoma. El proyecto fue rechazado por el ejecutivo y el parlamento españoles sin debate, pero siguió siendo un punto de referencia para el futuro próximo.