Arco minero del orinoco

Empresas mineras en venezuela

El Arco Minero del Orinoco (AMO), creado oficialmente el 24 de febrero de 2016 como “Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco”,[1] es un área rica en recursos minerales que Venezuela explota desde 2017;[2][3] cuenta con 7.000 toneladas de reservas de oro, cobre, diamante, coltán, hierro, bauxita y otros minerales[4].

El Arco Minero del Orinoco tiene una superficie de 111 843,70 km2, 12,2 % del territorio venezolano y duplica la de la Faja del Orinoco[3] Según el ex ministro Roberto Mirabal, el Arco Minero tiene un potencial de 2 billones de dólares estadounidenses[5][6].

La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, la Sociedad Venezolana de Ecología, la Asociación de Arqueólogos y Arqueólogas de Venezuela (AAAV), la Asamblea Nacional de Venezuela y la ONG PROVEA han expresado públicamente su preocupación por el incumplimiento de los estudios de impacto ambiental y sociocultural, la violación de los derechos a la consulta previa a las comunidades indígenas, al patrimonio cultural y natural y a la soberanía nacional[7][8][9][10][11].

Problemas de minería ilegal

El Arco Minero del Orinoco (AMO), creado oficialmente el 24 de febrero de 2016 como “Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco”,[1] es un área rica en recursos minerales que Venezuela explota desde 2017;[2][3] cuenta con 7.000 toneladas de reservas de oro, cobre, diamante, coltán, hierro, bauxita y otros minerales[4].

El Arco Minero del Orinoco tiene una superficie de 111 843,70 km2, 12,2 % del territorio venezolano y duplica la de la Faja del Orinoco[3] Según el ex ministro Roberto Mirabal, el Arco Minero tiene un potencial de 2 billones de dólares estadounidenses[5][6].

La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, la Sociedad Venezolana de Ecología, la Asociación de Arqueólogos y Arqueólogas de Venezuela (AAAV), la Asamblea Nacional de Venezuela y la ONG PROVEA han expresado públicamente su preocupación por el incumplimiento de los estudios de impacto ambiental y sociocultural, la violación de los derechos a la consulta previa a las comunidades indígenas, al patrimonio cultural y natural y a la soberanía nacional[7][8][9][10][11].

La minería ilegal en filipinas

Los últimos años han estado marcados por una creciente preocupación de la población por la conservación del medio ambiente, y aunque en muchos casos esta preocupación no se transforma en acción, es bastante improbable que países como Estados Unidos permitan la creación de un proyecto de minería a cielo abierto con una superficie mayor que el tamaño del estado de Virginia o Indiana. Tampoco parece probable que la Unión Europea permita un proyecto de este tipo en una zona similar a la de Austria, Suiza o Portugal. Lamentablemente, un proyecto de esta magnitud se está llevando a cabo sin ningún tipo de supervisión ambiental y está afectando al Amazonas y al tercer río más grande del mundo por su volumen, que es una reserva primordial de la limitada agua dulce del planeta.

Estamos hablando del Arco Minero del Orinoco (AMO), que tiene una superficie de 111.843,70 kilómetros cuadrados, creado en Venezuela por el presidente Nicolás Maduro, mediante el Decreto de Creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional del Arco Minero del Orinoco, Decreto 2.248, publicado en la Gaceta Oficial número 40.855 del 24 de febrero de 2016.

Soluciones para la minería ilegal

El auge del crimen organizado en la región del sur de Bolívar, en Venezuela, ha sido directamente proporcional a la desatención del Estado a la población local y a los pueblos. Los señores de las bandas criminales imponen el terror utilizando los mismos métodos de violencia extrema que los líderes de las cárceles venezolanas, los pranes, convirtiendo el negocio minero en parte de su red criminal.

Los dientes de Humberto Martes están cubiertos de oro. Siete gruesas cadenas de oro cuelgan de su cuello. Cada una lleva una medalla: seis con sus iniciales y una con un relieve del rostro de Cristo. Lleva un reloj de oro en la muñeca izquierda y una pesada pulsera de oro en la derecha.

Martes tiene unos 50 años, es moreno, canoso y de barriga ancha. Mide apenas 1,70 metros y lleva una pistola atada a la cintura. Y aquí, en el pueblo minero de Las Claritas, en lo profundo del Arco Minero del Orinoco, es un hombre importante.

Un anciano apoyado en un bastón quiere ayuda para un pariente con la cadera fracturada. Isabel García pide permiso para instalar una toma de corriente para su máquina de coser. Edmundo Bautista ha viajado 400 millas para pedir un trabajo. Al mediodía, le han contratado para ayudar a construir una casa. Dos jóvenes solicitan la intervención de Martes porque, dicen, un grupo de borrachos destruyó una moto y huyó. Esperan que pueda resolver el problema “por las buenas o por las malas”.