Hace una semana fue recibido en las oficinas de la Camp Nou el famoso burofax que habría derribado el adyacente Mini Estadi si no hubiera sido por el hecho de que ya estaba escombros. El club se estremeció, todavía en estado de catatónico tras el 2-8 en Lisboa, por el choque del poste. Leo Messi Dijo hace una semana que quería ir y hoy sigue aquí. En una posición rebelde y quizás más débil, pero se siente por fuera y actúa así.
Josep Maria Bartomeu Mantuvo los pies en posición. No quiere dejar ir a la estrella del deporte y bastión comercial de FC Barcelona. Esto es lo que le comunicó a la familia Messi por mensajes y por teléfono y es lo que volverá a repetir, seguramente hoy, cara a cara, a Jorge Messi, padre del futbolista, que abordó ayer en un avión privado rumbo a Barcelona con un futuro incierto.
Una televisión argentina retransmitió en directo el despegue del avión en el que volaba el padre del personaje. Tal es la expectativa del encuentro. Lleva el mensaje de su hijo, que se considera desconectado del club, según la interpretación que le han dado sus abogados de su contrato. Bartomeu lo recibirá con una oferta de renovación hasta 2023, que el club dijo que estaban negociando en junio. Los $ 700 millones en la cláusula muestran un escudo.
¿Existe un término medio, un área de compromiso? Para el Barça, la única salida es que se una al proyecto de Ronald Koeman. Hasta ahora se ha perdido dos sesiones de entrenamiento y un control de PCR. En circunstancias normales, causa una multa considerable y un archivo uniforme. No hay indicios de que Rosario quiera dar marcha atrás y, dada la forma en que se ha desarrollado el conflicto, cuesta creer que en el corto plazo puedan tragarse el orgullo.
LA CIUDAD SE COLOCA
Si lo que se transmite es inamovible, Messi está en una situación difícil. Si bien hay una grieta en el contrato que él siente que tiene derecho a dejar, Bartomeu no se lo pondrá fácil y bajo esas circunstancias el pulso cambiaría a los tribunales, un escenario que todos quieren evitar. Tiene el problema, apunta desde el Barça.
Él Ciudad de Manchester, El equipo al que quiere incorporarse ha adoptado una posición retraída, como espectador, a la espera de que Messi salga como es debido del Barça. No querrás pagar un dólar por la transferencia o ser absorbido en un proceso complicado y costoso. Escapó por poco de la deportación de Europa en medio de sospechas de dopaje financiero y no puede correr ningún riesgo.
Entre el Barça y la ciudad, hubo una comunicación extraoficial para aclarar las posiciones. Después de todo, los líderes de los dos clubes se conocen bien y las relaciones son cordiales. Jorge Messi, el destinatario de las ofertas por su hijo, se sentará frente a Bartomeu para jugar el partido con cartas complicadas. Y, de hecho, existe la sensación de que en el entorno de Messi se empiezan a oír voces que le recomiendan que acabe el año de su contrato, incluso sin su amigo Luis Suárez a su lado y en un proyecto que no tiene. no creas.
“ÉL VOLVERÁ”
Volverá, tarde o temprano volverá. A regañadientes desde el principio, pero no tendrá otra opción, escucha en la directiva del Camp Nou, recordando siempre el Caso Neymar y su frustrada salida del PSG. A menos que quieras pasar el año de blanco a los 33, claro.
Messi aún no ha sido escuchado, pero a su edad decide las etapas de su carrera, independientemente de la opinión popular de su padre. La semana pasada estuvo a punto de convocar una rueda de prensa descorazonado por quienes lo asisten legalmente estos días. Abogados del buffet de Cuatrecasas, que trabajaba para el Barça, y que fue despedido en persona por el propio Bartomeu. Cuestión de máxima deslealtad, se plantea en la entidad del Barça.
Por tanto, todo se hace en detrimento del encuentro entre Jorge Messi y Bartomeu, que no quiere perder la referencia mundial del club, ni afianzar a un rival en la Champions. No se esperan cámaras como cuando despega el avión.
Y mientras. Koeman sigue esperando el desembarco en Sant Joan Despí del pilar de su naciente proyecto, que aún no ha visto con las botas puestas.