Ni traslado ni carta de libertad. El Barça no quiere deshacerse de Leo Messi, a pesar de que ha comunicado oficialmente su deseo de marcharse este verano. Tampoco hay reunión para recoger el gesto del capitán. El único encuentro posible, aseguran fuentes del club azulgrana, sería extender el contrato entre Messi y el Barça hasta 2021 y del que empezaron a hablar en junio. Y nada más, defienden con vehemencia el Camp Nou.
La táctica de Bartomeu se puso en escena el jueves pasado cuando reveló que estaba listo para renunciar -Dejaría el post- siempre y cuando Messi haya declarado públicamente que el problema es el presidente. Pero dejaría, sí, su directiva, con Jordi Cardoner al frente, Completar el último año en el cargo, lo que le permitiría equilibrar el complejo equilibrio económico que le espera al club bajo los efectos de la pandemia.
Es el movimiento de Bartomeu esto no convence en absoluto a Messi. Pero el club sigue convencido de que su cláusula, que expiró el 10 de junio, ha expirado y se siente amparado por esta razón legal. También unidos por la fuerza, según el Barça, que le asegura la cláusula de rescisión fijada en 700 millones de euros. Un precio inaccesible para cualquier club. El traspaso más caro de la historia sigue siendo el de Neymar (verano de 2017) cuando Paris SG ejecutó esta puerta abierta en el contrato.
Silencio presidencialEl mismo plan que tiene Bartomeu ahora. O la cláusula o Messi sigue en el Camp Nou. Hay un verdadero pánico entre los directivos, ante la posibilidad de ver a la estrella con otra camiseta que no sea del Barça, contra el Barça de Koeman. Xavi se fue a Qatar e Iniesta voló a Japón, Pero si Messi se queda en Europa y acaba con la chaqueta del City de Guardiola, nadie en la pizarra quiere ni imaginarse un choque entre los dos equipos.
Bartomeu cállate. La directiva, desde que estalló el asunto Messi, no ha hecho ningún comentario oficial y solo se ha escuchado la voz de Ramon Planes. la nueva secretaria técnica. “No vemos ninguna salida de Leo”, dijo el ejecutivo, que solo está en el cargo 10 días después de la renuncia de Abidal. Y como Koeman quiere al argentino en la plantilla, no hay nada que negociar, dice el presidente.