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La lluvia amarilla julio llamazares
Viajes artísticos en normandía
Ainielle es un pueblo en lo alto de los Pirineos españoles. Sus casas son, en su mayoría, ruinas abandonadas desde hace años. El último habitante de Ainielle, un anciano a las puertas de la muerte, persiste, y mientras la “lluvia amarilla” de hojas revolotea a su alrededor y caen las primeras nieves del año, recuerda la vida que vivió y los fantasmas -antes sus amigos y vecinos- que se han adueñado de su soledad. Aclamado en su primera publicación y continuamente reeditado en España, La lluvia amarilla es una inquietante oda al poder de la memoria, una elegía por un paisaje y una forma de vida.
Nacido en el desaparecido pueblo de Vegémian en 1955, Julio Llamazares es uno de los escritores más célebres de Europa. Ha escrito novelas, poesía y varios libros de viajes, y es colaborador habitual de El País. Vive en Madrid.
Un piano en los pirineos
Ainielle es un pueblo en lo alto de los Pirineos españoles. Sus casas son, en su mayoría, ruinas abandonadas desde hace años. El último habitante de Ainielle, un anciano a las puertas de la muerte, se mantiene en pie y, mientras la “lluvia amarilla” de hojas revolotea a su alrededor y caen las primeras nieves del año, recuerda la vida que vivió y los fantasmas -antes sus amigos y vecinos- que se han llevado
Ainielle es un pueblo en lo alto de los Pirineos españoles. Sus casas son, en su mayoría, ruinas abandonadas desde hace años. El último habitante de Ainielle, un anciano a las puertas de la muerte, se mantiene en pie y, mientras la “lluvia amarilla” de hojas revolotea a su alrededor y caen las primeras nieves del año, recuerda la vida que vivió y los fantasmas -antes sus amigos y vecinos- que se han adueñado de su soledad. Aclamado en su primera publicación y continuamente reeditado en España, La lluvia amarilla es una inquietante oda al poder de la memoria, una elegía por un paisaje y una forma de vida.
Julio Llamazares nació en Vegamián, un pequeño pueblo de la región de León. A los doce años abandonó la zona montañosa, asistió a un internado en Madrid y luego estudió Derecho. Hoy en día, Llamazares trabaja como escritor, periodista y guionista.Después de dos volúmenes de poesía que se publicaron con los títulos de “La lentitud de los bueyes” (1979) y “Memoria de la nieve” (1982), su exitoso d
Señor de los pirineos
“Sí, así es como probablemente me encontrarán, todavía vestido y mirándoles fijamente, como encontré a Sabina entre la maquinaria abandonada del molino. Salvo que, entonces, los únicos otros testigos eran el perro y el gemido gris de la niebla al engancharse y desgarrarse en los árboles junto al río”.
Ainielle es un pueblo del Pirineo español que ha quedado abandonado y en ruinas, ya no vive nadie más que este único hombre que se niega a dejar atrás el pasado y vivirá sus últimos años, meses, días en una especie de realidad lenta y amarillenta.
“La soledad, es cierto, me ha obligado a enfrentarme a mí mismo. Pero también, como consecuencia, a construir gruesos muros de olvido alrededor de mis recuerdos. Nada asusta tanto a un hombre como otro hombre, sobre todo si son uno mismo, y esa era la única forma que tenía de sobrevivir en medio de toda esta ruina y muerte, la única forma de soportar la soledad y el miedo a la locura.”
“El pánico y el frío de la muerte hace tiempo que dejaron de asustarme. Antes de que descubriera su negro aliento en mi interior, incluso antes de quedarme solo en Ainielle, como una sombra más entre las sombras de los muertos, mi padre ya me había mostrado con su ejemplo que la muerte es sólo el primer paso en ese viaje hacia el silencio del que no hay retorno.”
Vivir con el enemigo: alemán o
Ainielle es un pueblo en lo alto de los Pirineos españoles. Sus casas están ahora desiertas -y lo han estado durante muchos años-, la mayoría de ellas en ruinas. Su último habitante, un anciano a las puertas de la muerte, se mantiene en pie y, mientras caen las primeras nieves del año y la “lluvia amarilla” de las hojas de otoño revolotea a su alrededor, recuerda la vida que vivió y los fantasmas -antes sus amigos y vecinos- que ahora frecuentan su vacilante memoria y que se han adueñado de su soledad… Aclamado en su primera publicación, y continuamente reeditado, el poderoso monólogo de Julio Llamazares -una elegía al poder de la memoria- es considerado, con razón, un clásico moderno de la literatura española.
La lluvia amarilla es una estudiada meditación de la soledad en monólogo de un hombre, sobre sus reminiscencias de la vida dentro de una pequeña esfera de existencia. El narrador se acerca al final de su vida y hace balance de su impacto en la gente y del legado que dejará.
Andrés (el narrador) habita en un pueblo abandonado, totalmente vaciado salvo por la naturaleza y dentro de sus ruinas; en este lugar atmosférico, solitario y decadente se juega un fino equilibrio de duelo. La pérdida de sus vecinos se contrapone a la de hacer aflorar los recuerdos de aquellos tiempos para mantener vivo su mundo.