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Telon de acero madrid
mapa del pacto de varsovia
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El Telón de Acero, en negro Países del Pacto de Varsovia Países de la OTAN[a] Países militarmente neutrales Yugoslavia, miembro del Movimiento de los No Alineados El punto negro representa Berlín Occidental, un exclave de Alemania Occidental. Albania retuvo su apoyo al Pacto de Varsovia en 1961 debido a la ruptura soviético-albanesa y se retiró formalmente en 1968.
El Telón de Acero era una frontera política que dividía a Europa en dos zonas separadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta el final de la Guerra Fría en 1991. El término simboliza los esfuerzos de la Unión Soviética (URSS) por bloquearse a sí misma y a sus estados satélites del contacto abierto con Occidente y sus estados aliados. En el lado oriental del Telón de Acero se encontraban los países vinculados a la Unión Soviética o influidos por ella, mientras que en el lado occidental estaban los países miembros de la OTAN o nominalmente neutrales. A cada lado del Telón de Acero se desarrollaron alianzas económicas y militares internacionales separadas. Más tarde se convirtió en un término para la barrera física de 7.000 kilómetros de longitud de vallas, muros, campos de minas y torres de vigilancia que dividían el “este” y el “oeste”. El Muro de Berlín también formaba parte de esta barrera física.
el propósito del pacto de varsovia
El 5 de marzo de 1946, Winston Churchill pronunció un discurso en el que declaró que había descendido un “telón de acero” sobre Europa, señalando los esfuerzos de la Unión Soviética por bloquearse a sí misma y a sus estados satélites del contacto abierto con Occidente.
El 4 de abril de 1949 se firmó una alianza militar intergubernamental que incluía a los cinco Estados del Tratado de Bruselas (Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Francia y Reino Unido) más Estados Unidos, Canadá, Portugal, Italia, Noruega, Dinamarca e Islandia.
El Telón de Acero constituía la frontera imaginaria que dividía a Europa en dos zonas separadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta el final de la Guerra Fría en 1991. El término simbolizaba los esfuerzos de la Unión Soviética por bloquearse a sí misma y a sus estados satélites del contacto abierto con Occidente y con las zonas no controladas por los soviéticos. En el lado oriental del Telón de Acero se encontraban los países conectados o influenciados por la Unión Soviética. A ambos lados del Telón de Acero, los Estados desarrollaron sus propias alianzas económicas y militares internacionales:
la otan y el pacto de varsovia
Equipo Crónica. El realismo socialista y el Pop Art en el campo de batalla, 1969. Pintura, colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Préstamo a largo plazo de Manuel Valdés, 2010
Tras la Conferencia de Bandung de 1955, el Movimiento de los No Alineados ofreció una alternativa a la división bipolar del mundo impuesta por las dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. El intento de buscar otra configuración del mundo forjó una unión de Estados nación periféricos e inspiró nuevas formaciones culturales y artísticas. Cold Atlantic presentará estudios transnacionales que dan visibilidad a las redes de colaboración iniciadas por artistas, críticos, comisarios e instituciones, ya sea en diálogo con el Movimiento de los No Alineados o inspiradas en él. El objetivo es arrojar luz sobre la cultura internacionalista que estas constelaciones alternativas contribuyeron a consolidar, y la subversión de las geografías de la Guerra Fría que supusieron tales cruces y enredos.
fechas de la guerra fría
No es que los muros físicos hayan desaparecido. Todo lo contrario. Los muros de la globalización han proliferado en muchos lugares, esta vez no para impedir que la gente salga, como en el caso de Berlín, sino para impedir que entre, especialmente en los países ricos, así como el muro construido por Israel contra los palestinos.
Los muros digitales empiezan dentro de cada uno de nosotros; porque permiten crear cámaras de eco en nuestras mentes que sólo admiten la información, o la distorsión, con la que estamos de acuerdo. Nada de sorpresas, ni de leer, ver o escuchar nuevas ideas. No. Sólo cosas que confirmen nuestras creencias o, peor aún, nuestros prejuicios. ‘Dale a la gente lo que quiere, aunque no sepa que lo quiere’, era el lema de Roger Ailes, fundador de Fox News. No fue necesario esperar a las redes sociales o a Cambridge Analytica para comprender -en el reclutamiento de yihadistas, en el referéndum del Brexit o en la elección de Trump- lo fácil que resultaría manipular a ciudadanos que han dejado de serlo, que se han convertido en meros usuarios.