Que es trastorno de la personalidad

Trastorno límite de la personalidad

Una persona con un trastorno de la personalidad del grupo A tiende a tener dificultades para relacionarse con los demás y suele mostrar patrones de comportamiento que la mayoría de la gente consideraría extraños y excéntricos. Otros pueden describirlos como si vivieran en un mundo de fantasía propio.

Una persona con un trastorno de la personalidad del grupo B tiene dificultades para regular sus sentimientos y suele oscilar entre las opiniones positivas y negativas de los demás. Esto puede llevar a patrones de comportamiento que otros describen como dramáticos, impredecibles y perturbadores.

Una persona con un trastorno de la personalidad del grupo C lucha con sentimientos persistentes y abrumadores de miedo y ansiedad. Pueden mostrar patrones de comportamiento que la mayoría de la gente consideraría antisocial y retraído.

Un ejemplo es el trastorno de la personalidad por evitación, en el que la persona se muestra dolorosamente tímida, socialmente inhibida, se siente inadecuada y es extremadamente sensible al rechazo. La persona puede querer estar cerca de los demás, pero carece de confianza para establecer una relación estrecha.

En Inglaterra, se calcula que alrededor de 1 de cada 20 personas padece un trastorno de la personalidad. Sin embargo, muchas personas sólo tienen problemas leves, por lo que sólo necesitan ayuda en momentos de estrés (como el duelo). Otras personas con problemas más graves pueden necesitar ayuda especializada durante más tiempo.

Trastornos de la personalidad del clúster d

Quienes padecen un trastorno de la personalidad tienen grandes dificultades para relacionarse con otras personas. Tienden a ser inflexibles, rígidos e incapaces de responder a los cambios y exigencias de la vida. Las personas con trastornos de la personalidad tienden a tener una visión estrecha del mundo y les resulta difícil participar en actividades sociales.

La personalidad se refiere a un conjunto distintivo de rasgos, estilos de comportamiento y patrones que conforman nuestro carácter o individualidad. La forma en que percibimos el mundo, nuestras actitudes, pensamientos y sentimientos forman parte de nuestra personalidad. Las personas con personalidades sanas son capaces de hacer frente a las tensiones normales y no tienen problemas para establecer relaciones con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo.

Algunos expertos creen que los acontecimientos ocurridos en la primera infancia ejercen una poderosa influencia en el comportamiento posterior. Otros indican que las personas están genéticamente predispuestas a sufrir trastornos de la personalidad. Sin embargo, en algunos casos, los hechos ambientales pueden hacer que una persona que ya es genéticamente vulnerable desarrolle un trastorno de la personalidad.

Trastorno histriónico de la personalidad

Los trastornos de la personalidad (TP) son una clase de trastornos mentales caracterizados por patrones desadaptativos duraderos de comportamiento, cognición y experiencia interna, que se manifiestan en muchos contextos y se desvían de los aceptados por la cultura del individuo. Estos patrones se desarrollan tempranamente, son inflexibles y se asocian a una angustia o discapacidad significativa. Las definiciones pueden variar en cierta medida, según la fuente, y siguen siendo objeto de controversia[2][3][4] Los criterios oficiales para diagnosticar los trastornos de la personalidad figuran en el quinto capítulo de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría.

La personalidad, definida psicológicamente, es el conjunto de rasgos mentales y de comportamiento duraderos que distinguen a los seres humanos. Por tanto, los trastornos de la personalidad se definen por experiencias y comportamientos que se desvían de las normas y expectativas sociales. Las personas diagnosticadas con un trastorno de la personalidad pueden experimentar dificultades en la cognición, la emotividad, el funcionamiento interpersonal o el control de los impulsos. En general, los trastornos de la personalidad se diagnostican en el 40-60% de los pacientes psiquiátricos, lo que los convierte en el más frecuente de los diagnósticos psiquiátricos[5][aclaración necesaria].

Síntomas del trastorno de la personalidad

En esta sección se explica qué son los trastornos de la personalidad, cuáles son sus síntomas y cómo puede recibir tratamiento. Puede resultarle útil si usted mismo tiene un trastorno de la personalidad o si cuida a alguien que lo tiene.

Todo el mundo tiene diferentes formas de pensar, sentir y comportarse. Estos pensamientos, sentimientos y comportamientos son los que conforman nuestra “personalidad”. A menudo se les llama rasgos. Conforman nuestra forma de ver el mundo y de relacionarnos con los demás. Cuando seamos adultos, formarán parte de lo que somos.

Puedes pensar en tus rasgos como si estuvieran situados en una escala. Por ejemplo, todo el mundo puede sentirse emocionado, sentir celos o querer caer bien a veces. Pero cuando estos rasgos empiezan a causar problemas es cuando se le puede diagnosticar un trastorno de la personalidad.

Un trastorno de la personalidad puede afectar a su forma de enfrentarse a la vida, gestionar las relaciones y sentirse emocionalmente. Puede descubrir que sus creencias y formas de afrontar el día a día son diferentes a las de los demás. Puede resultarle difícil cambiarlas.