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Epub 24-Abr-2020. ISSN 2448-7899. https://doi.org/10.22201/iij.24487899e.2019.29.13907. Las nuevas formas de trabajo, los cambios tecnológicos, las condiciones demográficas y epidemiológicas, la pobreza y la desigualdad plantean retos y exigen que la seguridad social siga el ritmo de los cambios, diversificándose y adaptándose para beneficiar a toda la población. En este contexto, han surgido soluciones internacionales que se centran en nuevas formas de complementar o reforzar los sistemas de seguridad social como reacción a las transformaciones actuales y futuras del empleo. Éstas consideran la tecnología como un producto social que debe ser controlado a través de la agenda social para lograr una transición justa basada en la solidaridad y los principios de justicia social, inclusión social y bienestar humano. Así, al considerar un paquete de prestaciones mínimas para todas las personas, el piso de protección social establece claramente el papel del gobierno y del sector privado en la provisión, financiación y regulación del sistema. Por su parte, la Renta Básica Universal responde a la incertidumbre sobre el número de puestos de trabajo disponibles en una economía cada vez más digital, con el objetivo de democratizar la riqueza, promover la inclusión social y empoderar a las personas con menos recursos. Bajo un enfoque de dimensión social, ambas soluciones pretenden conciliar el proceso de adaptación en un mundo cambiante, abordar la mercantilización del trabajo y la protección de quienes no forman parte de una relación laboral, y abarcar las diferentes etapas del ciclo vital de las personas.Palabras llave
Formulario ssa-11
MORALES RAMIREZ, María Ascensión. Nuevos modelos de seguridad social ante las nuevas formas de empleo y los cambios tecnológicos. Rev. latinoam. derecho soc [en línea]. 2019, n.29, pp.239-268. Epub 24-Abr-2020. ISSN 2448-7899. https://doi.org/10.22201/iij.24487899e.2019.29.13907.
Las nuevas formas de trabajo, los cambios tecnológicos, las condiciones demográficas y epidemiológicas, la pobreza y la desigualdad plantean desafíos y exigen que la seguridad social esté a la altura de los cambios, diversificándose y adaptándose para beneficiar a toda la población. En este contexto, han surgido soluciones internacionales que se centran en nuevas formas de complementar o reforzar los sistemas de seguridad social como reacción a las transformaciones actuales y futuras del empleo. Éstas consideran la tecnología como un producto social que debe ser controlado a través de la agenda social para lograr una transición justa basada en la solidaridad y los principios de justicia social, inclusión social y bienestar humano. Así, al considerar un paquete de prestaciones mínimas para todas las personas, el piso de protección social establece claramente el papel del gobierno y del sector privado en la provisión, financiación y regulación del sistema. Por su parte, la Renta Básica Universal responde a la incertidumbre sobre el número de puestos de trabajo disponibles en una economía cada vez más digital, con el objetivo de democratizar la riqueza, promover la inclusión social y empoderar a las personas con menos recursos. Bajo un enfoque de dimensión social, ambas soluciones pretenden conciliar el proceso de adaptación en un mundo cambiante, abordar la mercantilización del trabajo y la protección de quienes no forman parte de una relación laboral, y abarcar las diferentes etapas del ciclo vital de las personas.
“Seguridad social”, “Bienestar social” y “Programas sociales” redirigen aquí. Para sistemas específicos denominados “Seguridad Social” y otros usos, véase Seguridad Social. Para los modelos de bienestar social, véase Función de bienestar social. Para un sentido más amplio de los programas sociales, véase Servicios sociales.
El bienestar (o comúnmente, la asistencia social) es un tipo de apoyo gubernamental destinado a garantizar que los miembros de una sociedad puedan satisfacer las necesidades humanas básicas, como la alimentación y la vivienda.[1] La seguridad social puede ser sinónimo de bienestar,[a] o referirse específicamente a los programas de seguro social que proporcionan apoyo sólo a aquellos que han contribuido previamente (por ejemplo La Organización Internacional del Trabajo define la seguridad social como una ayuda a la vejez, a la manutención de los hijos, al tratamiento médico, a las bajas por maternidad y por enfermedad, a las prestaciones por desempleo e invalidez y a las ayudas por accidentes laborales[8][9].
Para obtener una tarjeta de la Seguridad Social, ya sea por primera vez o como sustitución, tiene que rellenar el formulario SS-5 de la Seguridad Social y presentar al menos dos documentos acreditativos de su identidad, edad y condición de ciudadano. Si se siente abrumado por el proceso, no se preocupe: le guiaremos por los pasos para completarlo.
Para solicitar un reemplazo de la tarjeta de la Seguridad Social en línea, tendrá que crear una “cuenta de mi Seguridad Social” en el sitio web de la SSA y tener una licencia de conducir o una tarjeta de identificación emitida por el estado de un estado participante o del Distrito de Columbia.
Si es la primera vez que solicita una tarjeta de la Seguridad Social o un cambio de tarjeta, tendrá que hacerlo a la antigua usanza. Deberá enviar por correo el formulario SS-5 y sus documentos justificativos a la oficina de la Seguridad Social más cercana o llevarlos allí en persona. Aunque puede obtener una copia del formulario SS-5 en línea -e incluso rellenarlo en su ordenador-, no puede presentar el formulario en línea. Si encuentra un sitio web que dice que puede hacerlo por usted, es una estafa.
