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El caso Villarejo entra en una nueva y crucial etapa. La Audiencia Nacional acoge a partir del próximo miércoles el primer gran juicio contra el comisario jubilado José Manuel Villarejo y sus colaboradores. Casi cuatro años después de su detención y tras pasar más de tres en prisión provisional, el tribunal sienta en el banquillo al ex agente de la Policía Nacional, epicentro de una macrotrama de corrupción policial, empresarial y política que acumula más de un centenar de imputados . Los magistrados han decidido unir en una sola vista tres líneas de investigación que se instruyeron de forma independiente y que el magistrado Manuel García-Castellón envió a juicio por separado. La sentencia no sólo marcará el futuro de la presunta organización criminal, sino también el resto de la causa que sigue viva.

El gran protagonista. Villarejo, de 70 años y nacido en El Carpio (Córdoba), se movió durante muchos años en la sombra. Era un desconocido para el gran público hasta que EL PAÍS comenzó en 2015 a destapar sus oscuros negocios, pero sobre todo hasta que fue detenido en noviembre de 2017 en el marco de esa macrorredada llamada Operación Tándem. Se le atribuye el liderazgo de una organización criminal que, durante años, se enriqueció espiando a particulares, empresas e incluso al Gobierno de Mariano Rajoy, aprovechando su posición privilegiada como policía y sus contactos dentro del Cuerpo. La Fiscalía le pide en este primer juicio 109 años y 10 meses de prisión por toda una batería de delitos: cohecho activo y pasivo, descubrimiento de secretos, falsedad documental, tráfico de influencias, extorsión y revelación de secretos relacionados con la vida sexual de una mujer. de sus víctimas, entre otros.

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La Audiencia Nacional celebra este miércoles el primer juicio contra el comisario jubilado José Manuel Villarejo por tres presuntas tareas de espionaje investigadas en la macrocausa conocida como Tándem, por las que se enfrenta a una petición total de la Fiscalía de casi 110 años de prisión.

La sección cuarta de lo Penal ha programado para esta semana dos jornadas de juicio -miércoles y jueves-, centradas en las cuestiones previas, por lo que habrá que esperar hasta noviembre para escuchar los interrogatorios del acusado.

La mayor petición de la Fiscalía es para Villarejo, para quien solicita 109 años y 10 meses de prisión por delitos como cohecho, descubrimiento y revelación de secretos, tráfico de influencias y falsificación de documento mercantil.

El juicio gira en torno a tres presuntos encargos realizados al grupo Cenyt, propiedad de Villarejo y al que la Fiscalía califica de “organización criminal”, en busca de información sensible de personas o empresas, incluyendo tráfico de llamadas o movimientos bancarios, y en los que el comisario supuestamente se valió de su condición de policía.

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César Román, conocido como el Rey del Cachopo, dijo a los agentes que le detuvieron el 16 de noviembre de 2018 en un restaurante de Zaragoza, tranquilo y sin resistirse: “Sí, sí, soy el que buscáis “El arresto fue posible porque el dueño del bar donde trabajaba lo vio por televisión y lo reconoció.

La Audiencia Provincial de Madrid celebra este lunes la sexta jornada del juicio a Román, para quien la Fiscalía pide quince años y cinco meses por el asesinato de Heidi Paz y la profanación de su cadáver, desde que su torso apareció en agosto de 2018 en una maleta en un almacén alquilado por el acusado. Román fue detenido tres meses después en la capital aragonesa.

Raquel, propietaria del restaurante de Zaragoza en el que trabajó el acusado en octubre y noviembre de 2018, ha relatado al tribunal del jurado que lo contrató porque ella y su marido necesitaban ayuda en el negocio y ha asegurado que se llamaba José Rafael Rujano Contreras y que era venezolano aunque su padre era gallego. Ha descrito su “habilidad para cortar y deshuesar piezas de carne”, que ella encontró durante el trabajo en su restaurante entre el 11 de octubre y el 16 de noviembre, cuando fue detenido, y que no aceptaba bien las críticas y “mentía continuamente.”

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que el comisario organizó para ofrecer servicios privados cuando aún estaba en activo. Se trata, en realidad, de un macrojuicio, porque el tribunal ha acordado, en contra del criterio de la Fiscalía, agrupar en una sola vista oral las tres primeras investigaciones concluidas contra el ex comisario.

. En total, por las tres acusaciones que van a juicio, la Fiscalía Anticorrupción pide más de 100 años de cárcel para Villarejo. A pesar de lo espectacular de la cifra, más de la suma total que Villarejo y su abogado,

estarán atentos a su desglose, del que dependerá la pena máxima de prisión efectiva. La ley la fija en el triple de la más alta de las penas que se han impuesto individualmente por cada delito. En este caso, la petición más dura de la Fiscalía es de seis años por cohecho. Si el tribunal los impone, serían 18 años de cárcel aunque se impongan muchos más. El macrojuicio comienza cuando la detención de Villarejo está a punto de cumplir cuatro años, el plazo máximo de prisión provisional. La imposibilidad de dictar sentencia antes de esa fecha hizo que la Audiencia dejara al ex comisario en libertad provisional. Eso significa que llegará por su propio pie a la sede especial del tribunal en