Que es un intelectual

Significado de persona intelectual

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Un intelectual es una persona que se dedica al pensamiento crítico, a la investigación y a la reflexión sobre la realidad de la sociedad, y que propone soluciones para los problemas normativos de la sociedad, por lo que adquiere autoridad como intelectual público[2][3] Procedente del mundo de la cultura, ya sea como creador o como mediador, el intelectual participa en la política, ya sea para defender una propuesta concreta o para denunciar una injusticia, normalmente ya sea rechazando o produciendo o ampliando una ideología, y defendiendo un sistema de valores[4].

El término “hombre de letras” deriva del término francés belletrist u homme de lettres, pero no es sinónimo de “académico”[5][6] Un “hombre de letras” era un hombre alfabetizado, capaz de leer y escribir, en contraposición a un hombre analfabeto en una época en la que la alfabetización era escasa y, por tanto, muy valorada en los estratos superiores de la sociedad. En los siglos XVII y XVIII, el término Belletrist(s) se aplicó a los literatos: los participantes franceses -a veces denominados “ciudadanos”- de la República de las Letras, que evolucionó hacia el salón, una institución social, generalmente dirigida por una anfitriona, destinada a la edificación, la educación y el refinamiento cultural de los participantes.

Intelecto

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Aristóteles analizó las virtudes en morales e intelectuales. En los Analíticos Posteriores y en la Ética Nicomaquea identificó cinco virtudes intelectuales como las cinco formas en que el alma llega a la verdad por afirmación o negación. A continuación, las separó en tres clases:

Academici

Un diccionario dice, en efecto, que el intelecto es la capacidad de pensar en profundidad. Otro dice que es la facultad de la mente de conocer y razonar. El OED afirma que el intelectual es una persona que posee poderes superiores de intelecto. Un intelectual, por tanto, quizá no sea sólo alguien inteligente, sino una persona muy inteligente. Tal vez por eso los intelectuales suelen despreciar a los no intelectuales.

Esta afirmación es algo así como que es difícil mantener una conversación interesante con alguien que no es un intelectual. Para los que se consideran intelectuales, una conversación interesante significa, por supuesto, abordar ciertos temas y discutirlos en profundidad -de forma analítica, crítica y filosófica- o bien concentrarse en temas elevados, como ideas, pensamientos y teorías en contraposición a los asuntos prácticos. Mirando desde el amplio mundo de los no intelectuales, los intelectuales son personas que discuten largamente, complican las ideas simples y hacen declaraciones que están convencidas de que son tan profundas como parecen aunque no lo sean. Les gustan las grandes palabras; por eso hablan mucho y se describen a sí mismos como locuaces. Ser intelectual es quizás ser académico y participar en un discurso académico. Por eso los profesores son ejemplos de intelectuales, al menos a sus propios ojos.

Intelectual en tagalo

El capital intelectual es el resultado de los procesos mentales que forman un conjunto de objetos intangibles que pueden utilizarse en la actividad económica y aportar ingresos a su propietario (organización), y que abarca las competencias de su gente (capital humano), el valor relativo a sus relaciones (capital relacional) y todo lo que queda cuando los empleados se van a casa (capital estructural),[1] del que la propiedad intelectual (PI) no es más que un componente. [Es la suma de todo lo que sabe todo el mundo en una empresa y que le da una ventaja competitiva[3]. El término se utiliza en el mundo académico en un intento de contabilizar el valor de los activos intangibles que no figuran explícitamente en los balances de una empresa[4]. A nivel nacional, el capital intelectual se refiere al capital nacional intangible (CNI)[5].

Una segunda acepción que se utiliza en el mundo académico y que se adoptó en las grandes empresas se centra en el reciclaje del conocimiento a través de la gestión del conocimiento y la gestión del capital intelectual (GCI)[6][7][8] La creación, la configuración y la actualización del stock de capital intelectual requiere la formulación de una visión estratégica que combine las tres dimensiones del capital intelectual en el contexto organizativo mediante la exploración, la explotación, la medición y la divulgación[9] El capital intelectual se utiliza para evaluar la riqueza de las organizaciones. [Una métrica del valor del capital intelectual es la cantidad en la que el valor de la empresa supera el valor de sus activos tangibles (físicos y financieros)[10][11] Directamente visible en los libros de la empresa es el capital plasmado en sus activos físicos y en el capital financiero; sin embargo, los tres conforman el valor de una empresa[12] Medir el valor real y el rendimiento total de los componentes del capital intelectual es una parte crítica de la gestión de una empresa en la economía del conocimiento y en la Era de la Información. Comprender el capital intelectual de una empresa permite aprovechar sus activos intelectuales[6]. Para una corporación, el resultado optimizará el precio de sus acciones.