Indice de estados fallidos

Dinamarca

El Índice de Estados Frágiles (FSI; antes Índice de Estados Fallidos) es un informe anual publicado por el think tank estadounidense Fund for Peace y la revista estadounidense Foreign Policy desde 2005 hasta 2018, y luego por The New Humanitarian desde 2019.[1] La lista tiene como objetivo evaluar la vulnerabilidad de los Estados al conflicto o al colapso, clasificando todos los Estados soberanos con membresía en las Naciones Unidas donde hay suficientes datos disponibles para el análisis.[2] Taiwán, los Territorios Palestinos, Chipre del Norte, Kosovo y el Sáhara Occidental no están clasificados, a pesar de ser reconocidos como soberanos por una o más naciones. La clasificación se basa en la suma de las puntuaciones de 12 indicadores (véase más abajo). Cada indicador se puntúa en una escala de 0 a 10, siendo 0 la intensidad más baja (más estable) y 10 la intensidad más alta (menos estable), creando una escala que abarca de 0 a 120.[2]

La clasificación del índice se basa en doce indicadores de vulnerabilidad del Estado, agrupados por categorías: Cohesión, Económico, Político y Social[3]. La clasificación es una herramienta fundamental para poner de relieve no sólo las presiones normales que experimentan todos los Estados, sino también para identificar cuándo esas presiones están superando la capacidad de un Estado para gestionarlas. Al destacar las vulnerabilidades pertinentes que contribuyen al riesgo de fragilidad del Estado, el Índice -y el marco y los datos de las ciencias sociales

Canadá

12 de febrero de 2018 – Ningún Estado quiere ser definido como frágil. Pero el trabajo de J.J. Messner como codirector del Índice de Estados Frágiles del Fondo para la Paz consiste precisamente en eso. El Índice sigue y evalúa el desempeño de 178 países en indicadores sociales, económicos y políticos para medir su fragilidad.

El Índice de Estados Frágiles es una evaluación anual de 178 países basada en una medición de las presiones sociales, económicas y políticas a las que se enfrenta cada país. El Índice es único, ya que se basa en una plataforma de análisis de contenido (que utiliza algoritmos para analizar decenas de millones de puntos de datos cualitativos) que luego se triangula con datos cuantitativos y aportaciones de la investigación cualitativa. En su decimocuarta edición, el Índice ofrece más de una década de análisis de tendencias, incluidas las tendencias a largo plazo de cada país y la capacidad de desglosar esas tendencias en función de los aspectos sociales, económicos y políticos específicos de los retos a los que se enfrenta cada país.

El Índice de Estados Frágiles es utilizado ampliamente por los gobiernos extranjeros y las agencias de ayuda para medir sus contribuciones a las iniciativas de desarrollo, y para centrar sus esfuerzos en la identificación de otras áreas que necesitan desarrollo o apoyo. Además, el sector privado y las instituciones financieras utilizan el Índice de Estados Frágiles para comprender mejor el riesgo, no necesariamente para determinar si invertir o no u operar en un determinado país, sino cómo hacerlo de una manera informada que tenga en cuenta el riesgo que luego mitiga adecuadamente. Y lo que es más importante, el Índice es utilizado por los propios países: los gobiernos utilizan el Índice para comprender mejor sus propios retos y cómo abordarlos, mientras que los grupos locales de la sociedad civil utilizan el Índice como herramienta para abogar por la reforma. En el Fondo para la Paz, no deja de impresionarnos la diversidad de partes interesadas que utilizan nuestros datos; en última instancia, los datos deben utilizarse para comprender la fragilidad, informar sobre las políticas y proporcionar una plataforma para el diálogo constructivo sobre las respuestas colectivas a los desafíos de los países.

Finlandia

Índice por países de EE.UU. según el Índice de Estados Frágiles 2020 Alerta muy alta (111-120) Alerta alta (101-110) Alerta (91-100) Alerta elevada (81-90) Alerta elevada (71-80) Advertencia (61-70) Menos estable (51-60) Estable (41-50) Más estable (31-40) Sostenible (21-30) Muy sostenible (0-20) Datos no disponibles

Un Estado frágil tiene varios atributos. Los indicadores comunes incluyen un Estado cuyo gobierno central es tan débil o ineficaz que tiene poco control práctico sobre gran parte de su territorio; la no prestación de servicios públicos; la corrupción y la criminalidad generalizadas; los refugiados y los desplazamientos involuntarios de la población; y el fuerte declive económico[1] Desde 2005, el índice ha sido publicado anualmente por el Fondo para la Paz y la revista Foreign Policy. La lista ha sido citada por periodistas y académicos para realizar amplias comparaciones sobre países o regiones[2][3].

Suecia

El Índice de Estados Frágiles (FSI; antes Índice de Estados Fallidos) es un informe anual publicado por el think tank estadounidense Fund for Peace y la revista estadounidense Foreign Policy de 2005 a 2018, y luego por The New Humanitarian desde 2019.[1] La lista tiene como objetivo evaluar la vulnerabilidad de los Estados al conflicto o al colapso, clasificando todos los Estados soberanos con membresía en las Naciones Unidas donde hay suficientes datos disponibles para el análisis.[2] Taiwán, los Territorios Palestinos, Chipre del Norte, Kosovo y el Sáhara Occidental no están clasificados, a pesar de ser reconocidos como soberanos por una o más naciones. La clasificación se basa en la suma de las puntuaciones de 12 indicadores (véase más abajo). Cada indicador se puntúa en una escala de 0 a 10, siendo 0 la intensidad más baja (más estable) y 10 la intensidad más alta (menos estable), creando una escala que abarca de 0 a 120.[2]

La clasificación del índice se basa en doce indicadores de vulnerabilidad del Estado, agrupados por categorías: Cohesión, Económico, Político y Social[3]. La clasificación es una herramienta fundamental para poner de relieve no sólo las presiones normales que experimentan todos los Estados, sino también para identificar cuándo esas presiones superan la capacidad de un Estado para gestionarlas. Al destacar las vulnerabilidades pertinentes que contribuyen al riesgo de fragilidad del Estado, el Índice -y el marco y los datos de las ciencias sociales