Golpe de estado turquia

Documental sobre el golpe de estado en turquía de 2016

Pero para Nihal Olçok, cuyo hijo de 16 años y su ex marido murieron a manos de los soldados en el puente del Bósforo, el día es un duelo teñido de rabia por lo que considera un fracaso a la hora de erradicar a todos los asociados con el grupo considerado responsable del fallido golpe.

Su hijo Abdullah Tayyip Olçok y su padre Erol Olçok formaban parte de las 34 personas que murieron en el puente del Bósforo, rebautizado como puente de los mártires del 15 de julio, cuando miles de turcos se lanzaron a la calle para enfrentarse a las tropas y los tanques movilizados por los golpistas.

La familia Olçok era muy cercana a Erdogan, y el ejecutivo de publicidad Erol había trabajado como su asesor desde mediados de los años noventa. Erdogan se emocionó hasta las lágrimas en el funeral de padre e hijo dos días después de la intentona golpista.

Turgut Aslan, antiguo jefe del departamento antiterrorista de la policía nacional, subrayó la necesidad de permanecer en guardia. Fue hecho prisionero en Ankara por soldados progolpistas y recibió un disparo en la cabeza, del que sólo se recuperó tras cinco meses en coma y una extensa intervención quirúrgica.

Dijo que la democracia en Turquía se había visto debilitada por las leyes introducidas desde el intento de golpe de Estado, que reproducen el estado de emergencia que se aplicó durante dos años tras el mismo. Recientemente, los legisladores prorrogaron por tres años más las medidas “antiterroristas” relacionadas con el despido de funcionarios y los periodos de detención preventiva.

Intento de golpe de estado en turquía en 2016

Hubo muchas reacciones en contra del intento de golpe, tanto a nivel nacional como internacional. Los principales partidos de la oposición en Turquía condenaron el intento,[41] mientras que varios líderes internacionales -como los de Estados Unidos, la OTAN, la Unión Europea y los países vecinos- pidieron “respeto a las instituciones democráticas en Turquía y a sus funcionarios elegidos”[67][68] Las organizaciones internacionales se expresaron en contra del golpe. Sin embargo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no denunció el golpe tras discrepar sobre la redacción de una declaración[69]. A diferencia de algunos gobiernos de Oriente Medio que apoyaron el golpe u otros que esperaron a ver el resultado del mismo, Irán se opuso inicialmente al golpe y aconsejó a Erdogan que derrotara a los golpistas[70].

Reuters informó el 15 de julio de que una fuente de la UE describió el golpe como “bien orquestado” y predijo que “dada la escala de la operación, es difícil imaginar que se detengan antes de prevalecer”[112] Otro diplomático de la UE dijo que el embajador turco en su capital estaba conmocionado y “se lo estaba tomando muy en serio”[112].

Qué pasaría si el golpe de estado turco de 2016 tuviera éxito

Turquía fue testigo del intento de golpe de Estado más sangriento de su historia política el 15 de julio de 2016, cuando un sector del ejército turco lanzó una operación coordinada en varias ciudades importantes para derrocar al gobierno y destituir al presidente Recep Tayyip Erdogan.

A medida que la noticia de la intentona golpista se difundía a través de las redes sociales, miles de ciudadanos de a pie, armados con nada más que utensilios de cocina, se reunieron en calles y plazas de toda Anatolia para oponerse al golpe.

Las multitudes resistieron el fuego de los tanques y los bombardeos aéreos y, con la ayuda de soldados y fuerzas policiales leales, derrotaron el intento de golpe en cuestión de horas. El gobierno declaró rápidamente la victoria y decenas de tropas que habían participado en el golpe se rindieron en el puente del Bósforo en Estambul.

Gulen fue en su día un fuerte aliado de Erdogan, y durante la lucha del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) por acabar con la influencia de los militares en la política turca a finales de la década de 2000, su organización tuvo sus años dorados.

Sin embargo, la relación entre Gulen y el AKP se vio erosionada por incidentes como el asalto al Mavi Marmara en 2010, y por el hecho de que el subsecretario de la Organización Nacional de Inteligencia (MIT), Hakan Fidan, un estrecho confidente de Erdogan, fuera llamado para ser interrogado por agentes de policía cercanos al movimiento de Gulen.

Golpe de estado turco 2021

El 18 de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, instó a las autoridades turcas a detener la creciente represión de sus ciudadanos, indicando que la represión tenía como objetivo “reprimir la disidencia”. El ministro de Asuntos Exteriores y ex primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, expresó su preocupación, advirtiendo contra un “sistema político que se aleja de la democracia”[65].

Se ha informado de que las Naciones Unidas no han reaccionado contra las purgas,[66] al tiempo que tampoco han condenado el golpe y la violencia resultante, debido al desacuerdo entre Egipto y otros miembros del Consejo de Seguridad sobre la redacción de una resolución en ese sentido[67].

El primer ministro Binali Yıldırım anunció el 16 de julio de 2016 que se había detenido a 2.839 soldados de diversos rangos.[68] Entre los detenidos había al menos 34 generales o almirantes.[69] También se detuvo a un número de estudiantes de la Escuela Superior Militar de Kuleli, suficiente para llenar cinco autobuses.[70] Hasta el 18 de julio de 2016, las autoridades turcas habían detenido a un total de 103 generales y almirantes en relación con el golpe.[71][72]