El presidente de EEUU, George W. Bush, llegó hoy a Riad, en su segunda visita a este país desde enero, para buscar un mayor apoyo saudí contra el extremismo en Oriente Medio, la creciente influencia de Irán y la subida de los precios del petróleo.
Según fuentes saudíes, las crisis en Líbano e Irak y la marcha de la negociaciones palestino-israelíes ocuparán también un importante lugar en la agenda de las conversaciones de Bush con el rey saudí, Abdala bin Abdelaziz.
Durante la estancia de un sólo día de Bush en Riad, los dos países tienen previsto firmar un acuerdo de cooperación para el uso pacífico de la tecnología nuclear.
El presidente estadounidense fue recibido en el aeropuerto de la capital saudí por el rey Abdala y el emir de Riad, príncipe Salman, entre otras altas autoridades saudíes, quienes le acompañarán a la finca del soberano saudí en Al Yanadriya para un almuerzo.
Allí, los dos mandatarios tienen previsto celebrar el 75 aniversario de las relaciones entre EEUU y el reino wahabí, un importante aliado político y económico árabe de Washington y el mayor productor y exportador de petróleo del mundo.
Comentaristas y diplomáticos en Riad destacan que el soberano saudí le comunicará a Bush la preocupación saudí por el lento proceso de negociación entre palestinos e israelíes, y por la situación humanitaria en Gaza, debida al bloqueo impuesto por Israel sobre esa franja palestina.
Riad considera que el bloqueo sobre Gaza, la falta de un avance tangible en el proceso de paz y la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania obstaculizan el proceso de paz y dan pretexto a Irán y a los grupos extremistas, como el libanés Hizbulá y el palestino Hamás, para ganar popularidad en la región árabe.
EEUU y Arabia Saudí coinciden, entretanto, sobre la necesidad de apoyar al Gobierno del primer ministro libanés, el suní Fuad Siniora, contra la milicia chií pro iraní Hizbulá, así como contra la creciente influencia de Irán en Líbano e Irak.
Sin embargo, los comentaristas descartan que Riad respalde una acción militar contra Teherán por sus actividades nucleares, ya que perjudicaría las economías de las ricas monarquías árabes petroleras del Golfo Pérsico.
Respecto a la subida de los precios del petróleo, Arabia Saudí y otros importantes miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han reiterado en las últimas semanas que no piensan celebrar una reunión del cartel para estudiar la situación en el mercado antes de septiembre.
Los miembros de la OPEP opinan que el alza en los precios del crudo se debe al debilitamiento del dólar y a cuestiones políticas, y que los actuales suministros son suficientes.
Los precios del petróleo han alcanzado los 125 dólares el barril (159 litros), unos 30 dólares más que durante la primera visita de Bush en Riad, aumentando la presión sobre la economía de EEUU.
Arabia Saudí posee aproximadamente una cuarta parte de los recursos petroleros del mundo y los expertos cifran en unos 46.000 millones de dólares el volumen de sus intercambios comerciales con EEUU.
Bush, que inició el miércoles en Israel su gira por Oriente Medio, tiene previsto continuar viaje mañana a Egipto.