Todos somos iguales ante la ley

No hay igualdad ante la ley en filipinas

El artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) establece: “Todos son iguales ante la ley y tienen derecho, sin discriminación alguna, a igual protección de la ley”[1]. Por tanto, todos deben ser tratados por igual ante la ley, independientemente de su raza, sexo, color, etnia, religión, discapacidad u otras características, sin privilegios, discriminación o prejuicios. La mayoría de las constituciones nacionales del mundo ofrecen la garantía general de igualdad,[4] pero la aplicación específica de esta garantía varía. Por ejemplo, mientras que muchas constituciones garantizan la igualdad con independencia de la raza,[5] sólo unas pocas mencionan el derecho a la igualdad con independencia de la nacionalidad[6].

El discurso fúnebre de Pericles en el 431 a.C., recogido en la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, incluye un pasaje en el que se elogia la igualdad entre los ciudadanos varones libres de la democracia ateniense: “Si nos fijamos en las leyes, éstas ofrecen la misma justicia a todos en sus diferencias privadas; si en la posición social, el avance en la vida pública recae en la reputación de la capacidad, sin que las consideraciones de clase puedan interferir con el mérito; ni tampoco la pobreza impide el camino”[8].

Ejemplos de igualdad ante la ley

El artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) establece: “Todos son iguales ante la ley y tienen derecho, sin discriminación alguna, a igual protección de la ley”[1]. Así pues, todas las personas deben ser tratadas por igual ante la ley, independientemente de su raza, sexo, color, etnia, religión, discapacidad u otras características, sin privilegios, discriminación o prejuicios. La mayoría de las constituciones nacionales del mundo ofrecen la garantía general de igualdad,[4] pero la aplicación específica de esta garantía varía. Por ejemplo, mientras que muchas constituciones garantizan la igualdad con independencia de la raza,[5] sólo unas pocas mencionan el derecho a la igualdad con independencia de la nacionalidad[6].

El discurso fúnebre de Pericles en el 431 a.C., recogido en la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, incluye un pasaje en el que se elogia la igualdad entre los ciudadanos varones libres de la democracia ateniense: “Si nos fijamos en las leyes, éstas ofrecen la misma justicia a todos en sus diferencias privadas; si en la posición social, el avance en la vida pública recae en la reputación de la capacidad, sin que las consideraciones de clase puedan interferir con el mérito; ni tampoco la pobreza impide el camino”[8].

Todos somos iguales ante la ley y tenemos derecho a igual protección de la ley

Considerando que el desconocimiento y el desprecio de los derechos humanos han dado lugar a actos de barbarie que han ultrajado la conciencia de la humanidad, y que el advenimiento de un mundo en el que los seres humanos disfruten de la libertad de expresión y de creencias y estén libres del temor y la miseria ha sido proclamado como la aspiración más elevada del pueblo,

Todos son iguales ante la ley y tienen derecho, sin discriminación alguna, a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja la presente Declaración y contra toda incitación a tal discriminación.

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra y a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Quién propuso por primera vez la idea de que todos son iguales ante la ley

El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se ha traducido a más de 350 idiomas en todo el mundo, y a más de 100 idiomas africanos.  El texto completo de sus 30 artículos en inglés puede encontrarse haciendo clic en los siguientes enlaces.

Todos son iguales ante la ley y tienen derecho, sin discriminación alguna, a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja la presente Declaración y contra toda incitación a tal discriminación.