Sindrome piramidal izquierdo sintomas

Síndrome muscular piramidal

El objetivo principal de la presente revisión es presentar pruebas clínico-anatómicas de que, (i) en contraste con la mayoría de los vertebrados, la hemiplejía espástica en el hombre es un síntoma de daño en los tractos piramidales, y (ii) aunque las estructuras extrapiramidales se lesionan a menudo como una contingencia de proximidad anatómica en los casos de daño piramidal, el sistema extrapiramidal no desempeña ningún papel en la producción de la hemiplejía espástica humana. Los puntos de vista aquí discutidos reconcilian varias incongruencias aparentes relativas a la fisiopatología del síndrome piramidal humano. Desde una perspectiva neurobiológica, el compromiso progresivo con el bipedismo ocasional, habitual y obligado, fomentó una profunda reorganización interna del cerebro de los mamíferos en las primeras etapas de la filogénesis humana. La principal contrapartida anatómica de esta reorganización fue un aumento sin precedentes del sistema de fibras ansa lenticularis, que en última instancia redirigió el producto de la actividad motora subcortical hasta las cortezas motoras de las que proceden los tractos piramidales. En este sentido, mientras que la organización motora fundamental de los vertebrados está representada por el sistema extrapiramidal, el plan motor dominante en los seres humanos está representado exclusivamente por el sistema prepiramidal.

Síntomas piramidales frente a extrapiramidales

El sistema nervioso central (SNC) es una compleja red de componentes que permiten a un organismo interactuar con su entorno. Está formado por múltiples partes diferentes, cada una de las cuales desempeña una función distinta. Principalmente, el SNC está formado por las motoneuronas superiores (UMN), que llevan las señales de movimiento hasta las motoneuronas inferiores (LMN), que indican a los músculos que se contraigan o se relajen. En concreto, el tracto piramidal es la vía principal que transporta las señales para el movimiento voluntario. Las lesiones del tracto piramidal pueden tener consecuencias devastadoras, como espasticidad, reflejos hiperactivos, debilidad y el signo de Babinski (acariciar la planta del pie hace que el dedo gordo se mueva hacia arriba). Todos estos síntomas son característicos de una lesión de la neurona motora superior. Sin embargo, algunos síntomas son específicos de una lesión del tracto piramidal[1].

El tracto piramidal surge de las células piramidales de la capa V de la corteza cerebral. En los seres humanos, el tracto piramidal es una de las últimas vías descendentes en desarrollo. Aunque las fibras del tracto piramidal alcanzan la decusación piramidal en la octava semana de la fecundación, el desarrollo real tarda mucho más, y la mielinización completa no se completa hasta los 2 o 3 años de edad. Una multitud de genes guía este proceso de desarrollo. Sin embargo, gran parte de este proceso aún se está investigando y no se conoce del todo[4].

Debilidad piramidal

Vea este vídeo sobre:Atetosis resultante de una lesión de los ganglios basalesLas afecciones que provocan lesiones en el cerebro pueden dañar los ganglios basales. Una causa común de estos hallazgos es el uso crónico de medicamentos utilizados para tratar la esquizofrenia. Entre ellos se encuentran los siguientes:Síntomas

Los daños en las células de los ganglios basales pueden causar problemas para controlar el habla, el movimiento y la postura. Esta combinación de síntomas se denomina parkinsonismo. Una persona con disfunción de los ganglios basales puede tener dificultades para iniciar, detener o mantener el movimiento. Dependiendo de la zona del cerebro afectada, también puede haber problemas con la memoria y otros procesos del pensamiento.En general, los síntomas varían y pueden incluir:Exámenes y pruebas

Actualizado por: Amit M. Shelat, DO, FACP, FAAN, Neurólogo Adjunto y Profesor Asistente de Neurología Clínica, Escuela de Medicina Renaissance de la Universidad de Stony Brook, Stony Brook, NY. Revisión proporcionada por VeriMed Healthcare Network. También revisado por David Zieve, MD, MHA, Director Médico, Brenda Conaway, Directora Editorial, y el equipo editorial de A.D.A.M.

Significado de los síntomas piramidales

Se caracteriza por varios signos diversos. Uno de ellos, la espasticidad, implica un aumento de la rigidez muscular dependiente de la velocidad durante el estiramiento y por sacudidas tendinosas hiperactivas. Cuando es intensa, la espasticidad impide la fuerza residual en los músculos antagonistas e interfiere con los intentos de movimiento, especialmente si se complica con clonus y/o espasmos. La evaluación de la espasticidad es multifactorial e implica métodos tanto clínicos como instrumentales. Los mecanismos fisiopatológicos responsables de la hiperexcitabilidad del reflejo miotático pueden estudiarse mediante métodos de neurofisiología clínica. Parece que hay varios factores implicados a nivel espinal, que implican la reducción de las inhibiciones pre y postsinápticas. Aunque la espasticidad no es responsable de la mayor parte de la discapacidad impuesta por el síndrome de la motoneurona superior, debe reducirse. Los métodos terapéuticos son médicos, quirúrgicos o de medicina física. En muchos casos, los resultados han sido validados por estudios ciegos. Dado que la paresia es el efecto más incapacitante, valdría la pena desarrollar fármacos capaces de reducir la espasticidad y aumentar la fuerza muscular al mismo tiempo. Los ensayos recientes sugieren que la TRH-T puede ser eficaz en este sentido.