Renaldas Seibutis quiso despedirse del club y de los fanáticos mediante una carta que el propio Casademont hizo público. El jugador lituano llegó a Zaragoza hace dos años y fue una pieza muy importante en el primer año, pero en este no pudo jugar un solo segundo del juego oficial debido a sus problemas de espalda. Regresó de Eurobasket, jugó el trofeo Ciudad de Zaragoza y luego comenzó su evento particular que lo trajo de regreso a su país en un intento de recuperación. Regresó a Zaragoza, intentó unirse al grupo pero no fue posible contar con él. Ahora se despide con una sincera carta llena de agradecimientos.
“Querida familia de Basket Zaragoza,
La mayoría de las personas suelen estar tristes cuando escriben cartas de despedida. Sin embargo, estoy feliz y con una sonrisa porque estas dos estaciones me han traído más placer y alegría que cualquier otra cosa. Mi familia y yo nos sentimos como en casa desde el primer día que llegamos a la estación de tren Zaragoza-Delicias hasta el último día en que nos dirigimos a Lituania. En el medio, tuve la oportunidad de conocer a muchas personas por quienes estoy muy agradecido. La lista sería tan larga que me tomaría un día entero mencionar a todos, pero las personas que realmente me tocaron y a la mía saben cuánto los aprecio y lo agradecido que estoy.
Me gustaría comenzar este Zaragoza Basket Tour como un club, con el presidente Reynaldo Benito y el director deportivo Pep Cargol por creer en mí, en este “ viejo ” jugador lituano, y por llevarme a esta gran organización y hazme sentir como en casa y con mi familia. . A los entrenadores, junto con Porfi y compañía, por permitirme jugar y disfrutar cada segundo en la cancha. ¡Muchas gracias!
También a los grandes compañeros que he tenido. No podría estar más triste y más triste por no poder competir con ustedes en esta segunda temporada, lograr nuestros objetivos y sentir esa conexión eléctrica en nuestra pista. Sin embargo, estoy muy feliz de haber visto lo bien que lo has hecho, continuando la temporada fantástica y emocionante que comenzamos en 2018.
Por supuesto, también quiero agradecer a una parte muy importante, al personal médico, por ayudarme con toda su energía y dedicación durante los peores momentos de mi lesión. Doctores, fisioterapeutas y todos aquellos que contribuyeron a mi rehabilitación. Sé que estaré en paz porque lo di para lograr una pequeña victoria todos los días: así es como soy y así es como espero que me recuerdes.
Gracias a los medios de comunicación por no presionarme para hablar español en las conferencias de prensa y reírse de mis bromas ridículas frente a las cámaras. Sé que fueron estúpidos. Y por último pero no menos importante, la “marea roja” de Basket Zaragoza. Has sido maravilloso y eres fantástico. Debes estar muy orgulloso de la atmósfera que creas en el Príncipe Felipe. Siempre recordaré nuestro viaje juntos para la temporada 2018-2019, clasificándome para las semifinales. Nunca olvidamos: ¡sí, puedes!
Gracias, gracias y gracias desde el fondo de mi corazón. Con todo el amor y el respeto de tu fanático número uno en Lituania, el número 10. ¡Hasta pronto! “