Muerte de Fabrice Philipot, uno de los grandes gregarios de Indurin.

Comunicación verbal entre los dos:Miguel Induráin y Fabrice Philipot– Siempre fue difícil por razones lingüísticas porque el francés nunca fue el más fuerte del campeón navarro y porque además siempre tuvo Francis Lafargue, traductor, relaciones públicas e incluso secretario de prensa cuando los equipos aún no habían inventado el puesto, por lo que la conversación entre ellos fue entretenida. Pero la armonía entre el líder de las filas y el gregario siempre ha sido perfecta en el camino. Philipot Murió a los 54 años, según el periódico ‘L’Équipe’, sin revelar la causa de la muerte.

Philipot fue una de las estrellas de clase media que José Miguel Echávarri Necesitaba en su equipo, en la época del Banesto – precursor del actual Movistar -, para que el viaje de Indurain hacia París, fue lo más plácido posible. Corredores que, si es necesario, comenzaron a tirar con fuerza durante 20 kilómetros, casi sin tener que mirar hacia atrás para pedir un relevo. Y Philipot era uno de ellos, otro francés, otro ciclista de la tierra porque Echávarri Siempre estuvo claro que los franceses hicieron todo lo posible por el Tour, ya sea como líderes o como asistentes. Estos fueron los años de un Banesto francizado porque allí también Dominique Arnaud, más veterano y Armand de las Cuevas, tan bueno contra el reloj como un rebelde sin motivo, ambos también fallecidos, y Jean-François Bernard, quién ganaría el Tour hasta que descubriera que sus piernas serían más prácticas si ayudara a otro en un esfuerzo que nunca hizo.

HECHO EN 1991

Llegó a Banesto en 1991 y rápidamente se unió al equipo, número 37, donde también estaba Pedro Delgado, lo que estimularía Indurain hacia la primera de cinco victorias en los Campos Elíseos. Había sido firmado después de haber sido una de las grandes promesas del equipo francés, otro de los elegidos para la misión imposible de triunfar vestido de amarillo. Bueno en muchos terrenos, tuvo una juventud brillante antes de alcanzar la madurez como ciclista.

La prueba es su victoria en la clasificación juvenil, con solo 22 años, en el inolvidable Tour de 1989, que comienza con la supervisión de Periquito en Luxemburgo, si no pierde, gana, y eso terminó con la derrota en el último momento de la contrarreloj final de Laurent Fignon en las manos de Greg Lemond, quien lo venció solo ocho segundos en general.

UNA BUENA PROMESA FRANCESA

Y es que en sus inicios Philipot Apuntó maravillosamente con un segundo lugar en Lieja-Bastoña-Lieja en 1989 y un 13er lugar en el Giro en 1990. Terminó el Tour tres veces entre los 30 primeros, antes de dedicarse por completo a tareas gregarias a favor de Indurain. También lo acompañó en el Tour de 1992, aunque tuvo que abandonar la etapa 13 después de haber sido también un jugador clave en la primera victoria de Navarra en el Giro (1992). Philipot acompañado a Indurain en la ronda italiana de 1993, que también ganó. En 1994, colgó la bicicleta de forma permanente.

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