Violencia de genero y discapacidad

Violencia de género

Según el Informe del Parlamento Europeo (2004) sobre la situación de las mujeres de grupos minoritarios en la Unión Europea, casi el 80% de las mujeres con discapacidad son víctimas de la violencia. Además, tienen cuatro veces más probabilidades de ser víctimas de violencia sexual que otras mujeres. Al igual que la violencia contra las mujeres sin discapacidad proviene en su mayoría de sus parejas actuales o anteriores, las mujeres con discapacidad -el 68% de las cuales vive en instituciones- están expuestas a la violencia de las personas de su entorno, ya sea personal sanitario, proveedores de servicios o cuidadores.

En relación con esto, las dificultades que encuentran las mujeres con discapacidad se muestran claramente en los informes más recientes de Naciones Unidas (ONU, 2018): dificultades para acceder a una vivienda adecuada propia, así como a los servicios sanitarios, a la educación y a la formación profesional, a encontrar trabajo, etc. El informe también muestra las desigualdades contractuales y en las condiciones de acceso al mercado laboral y a la remuneración, así como los obstáculos particulares para la toma de decisiones en muchos ámbitos importantes de la vida (Naciones Unidas, 2018).

Violencia por motivos de discapacidad

En este contexto, ONU Mujeres ha elaborado el documento “Aceptando el desafío – Mujeres con discapacidad: por una vida libre de violencia. Una perspectiva inclusiva y transversal” donde se exploran algunas lecciones aprendidas en el marco del proyecto conjunto El derecho a la igualdad y no discriminación de las personas con discapacidad, implementado en Uruguay para el período 2018 y 2020. Estas experiencias pueden orientar a otros países de América Latina y el Caribe hacia una mayor articulación entre discapacidad, género y violencia, avanzando en términos de inclusión e igualdad de las mujeres y niñas con discapacidad.

Como establece la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en su Art. 1 “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.

En el caso de las mujeres y niñas con discapacidad, su vulnerabilidad a la violencia de género es aún mayor. Aunque la falta de datos sistemáticos impide un análisis sostenido en el tiempo, las estadísticas disponibles, así como el trabajo directo con mujeres y niñas con discapacidad y las organizaciones que las representan o trabajan con ellas, dan cuenta del mayor riesgo que enfrenta este grupo, junto con el agravante de que experimentan más barreras para acceder a los servicios de prevención y respuesta a la violencia. Esta vulnerabilidad disminuye o aumenta en función del contexto socioeconómico y cultural y debe ser considerada a la hora de formular políticas públicas de prevención de la violencia.

Medidas preventivas de la discapacidad por razón de género

NACIONES UNIDAS, Nueva York – El 15% de la población mundial vive con una discapacidad, y casi 200 millones tienen entre 10 y 24 años. Sin embargo, a menudo son invisibles en las estadísticas gubernamentales.

Las niñas con discapacidad tienen menos probabilidades de recibir alimentos en el hogar y son más propensas a ser excluidas de las actividades e interacciones familiares. Tienen menos probabilidades de recibir atención sanitaria o dispositivos de ayuda que los chicos con discapacidad, y se les niega sistemáticamente el acceso a la educación y la formación profesional, lo que las hace susceptibles de caer en la exclusión social y la pobreza cuando son adultas. En todo el mundo, las mujeres con discapacidad tienen una tasa de empleo del 19,6%, frente al 52,8% de los hombres con discapacidad y el 29,9% de las mujeres sin discapacidad. El analfabetismo también puede contribuir a aumentar su riesgo de violencia de género.

Los niños con discapacidad tienen casi cuatro veces más probabilidades de ser víctimas de la violencia que los niños sin discapacidad, y casi tres veces más probabilidades de ser víctimas de la violencia sexual, siendo las niñas las que corren mayor riesgo. En un estudio realizado por el African Child Policy Forum sobre la violencia contra los niños con discapacidad, casi todos los jóvenes entrevistados habían sufrido abusos sexuales al menos una vez, y la mayoría más de una vez. Otro estudio realizado en Australia descubrió que hasta el 62% de las mujeres con discapacidad menores de 50 años habían sufrido violencia desde los 15 años, y que las mujeres con discapacidad habían sufrido violencia sexual en una proporción tres veces mayor que las que no tenían discapacidad.

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LAS NACIONES UNIDAS, EL CONSEJO DE EUROPA Y LA UE han llamado la atención, en convenios, planes de acción y diversas actividades, sobre la existencia de una discriminación múltiple, es decir, que las personas son vulnerables a la violencia y al abuso por muchos aspectos, como el género y la discapacidad. La violencia es una forma extrema del ejercicio del poder. La situación de las niñas y las mujeres con diversas formas de discapacidad es alarmante (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ACNUDH, 2012). El informe está dirigido principalmente a los responsables de la toma de decisiones a nivel nórdico, pero también puede ser de interés para las personas que trabajan a nivel nacional, regional y local sobre la igualdad de oportunidades, la discapacidad y la violencia en las relaciones cercanas.