Cuanto tiempo viven los linces ibericos

Lince ibérico

Madrid, 28 de mayo de 2021 – La población salvaje de lince ibérico se ha multiplicado por diez en los últimos 20 años, pasando de 94 individuos en 2002 a 1.111 linces en 2020, según los resultados del censo de lince ibérico publicados hoy. De ellos, 239 son hembras reproductoras (frente a las 27 de 2002), un importante indicador de la viabilidad de la especie.

Juan Carlos del Olmo, director general de WWF-España, se ha congratulado de la noticia: “Este es un gran éxito de conservación en España y en todo el mundo. Pocas especies salen de una situación tan crítica como la que atravesaba el lince ibérico. La noticia de hoy es el resultado del trabajo incansable y colectivo de más de 20 administraciones y organizaciones, así como de muchos individuos. Para WWF es un orgullo haber contribuido a estos esfuerzos con nuestro trabajo durante los últimos 20 años.”

WWF-España también es socio de los proyectos europeos Life para apoyar los esfuerzos de conservación del lince, manteniendo acuerdos de custodia con 18 fincas que cubren más de 25.000 ha, incluyendo 12 territorios de hembras con cachorros, y liderando los esfuerzos para mejorar los hábitats y las poblaciones de conejo. También gestiona plataformas y herramientas de ciencia ciudadana, como territoriolince.es.

Qué come el lince ibérico

El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie de gato salvaje endémica de la Península Ibérica, en el suroeste de Europa. Está catalogado como En Peligro en la Lista Roja de la UICN[2] En el siglo XX, la población de lince ibérico había disminuido debido a la caza excesiva, la caza furtiva, la fragmentación de los hábitats adecuados y el declive poblacional de su principal especie de presa, el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), causado por la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica del conejo[3][4].

A principios del siglo XXI, el lince ibérico estaba al borde de la extinción, ya que en 2002 sólo sobrevivían 94 individuos en dos subpoblaciones aisladas en Andalucía. Desde entonces se han aplicado medidas de conservación que incluyen la mejora del hábitat, la repoblación de conejos, la translocación, la reintroducción y el seguimiento de los linces ibéricos. En 2012, la población había aumentado a 326 individuos,[6] a 855 en 2020,[7] y a 1.111 en 2021[8].

Felis pardina fue el nombre científico propuesto por Coenraad Jacob Temminck en 1827, quien describió pieles de linces ibéricos que se mataban en la zona del río Tajo en Portugal y que se comercializaban en París y Londres[9].

Dónde viven los linces ibéricos

El lince ibérico (lynx pardinus, Temmick, 1827) forma parte de la línea evolutiva de los grandes carnívoros (tigres, leones, jaguares y leopardos) de la que se separa hace 3 o 4 millones de años. Por su aspecto físico, de forma intuitiva se suele asociar a las otras líneas de felinos, pero el lince ibérico está más cerca de un tigre que de un gato en la escala evolutiva.

Los científicos sitúan actualmente el origen de los linces en Norteamérica, donde hace aproximadamente 3’2 millones de años se distinguieron las primeras especies conocidas del género Lynx: el lince rojo (Lynx rufus), que actualmente vive en Norteamérica, y el lince del villafranquio (Lynx issiodorensis) que se extinguió en el Pleistoceno. De esta última especie extinta se piensa que es de la que proceden las otras tres especies, que migraron a Eurasia por el estrecho de Bering. Debido al aislamiento del sur de Europa durante las glaciaciones del Pleistoceno, surge el lince de las cuevas (Lynx spalea) cuyos restos quedaron depositados en cuevas. Esta especie es el ancestro directo del lince ibérico (Lynx pardinus) y del lince boreal (Lynx lynx).Este lince europeo tenía un tamaño corporal mayor que la especie ibérica y menor que la boreal. Como en muchas especies, las glaciaciones euroasiáticas jugaron un papel muy importante en la especiación de los linces, y así por fragmentación y aislamiento surgen en el Pleistoceno inferior el lince boreal (Lynx lynx) en Asia y el lince canadiense (Lynx Canadensis) en América. Aunque las otras tres especies de lince tienen amplios rangos de distribución, el lince ibérico se distribuye (ya en la época histórica) de forma exclusiva en la Península Ibérica.

Población de lince ibérico 2020

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El lince ibérico se encuentra en el bosque mediterráneo y en el matorral de la maquia, y prefiere una combinación de matorrales densos para refugiarse y pastos abiertos para cazar conejos. Además, esta especie también requiere un suministro de agua suficiente, y bajos niveles de perturbación humana. La especie suele vivir entre 400 m y 1.300 m de altitud.

Los linces jóvenes se destetan entre los 8 y los 23 meses de edad; los machos jóvenes se dispersan hasta 30 km y las hembras pueden heredar un territorio de sus madres o vivir en una zona vecina. Siempre que se encuentre una zona adecuada, el lince se establecerá y permanecerá en su territorio. Aunque la especie puede vivir hasta 13 años en la naturaleza, suele morir antes de esa edad, especialmente cuando hay impactos significativos de los humanos en la zona.

Las hembras de lince suelen parir entre marzo y abril, aunque cuando las hembras no encuentran pareja o no se quedan embarazadas, pueden volver a entrar en celo y parir en cualquier momento del año. Se cree que las hembras son capaces de reproducirse en su segundo año.