Que es la doctrina monroe

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James Monroe pasó la mayor parte de su vida en cargos públicos, dedicando una parte importante de su carrera a los asuntos exteriores. Fue ministro de George Washington en Francia, pero finalmente fue destituido por el Presidente. Thomas Jefferson nombró a Monroe como enviado especial para negociar la compra de Nueva Orleans y el oeste de Florida. Él y el principal negociador, Robert Livingston, superaron su autoridad y todas las expectativas al adquirir todo el territorio de Luisiana, así como una reclamación sobre toda Florida. A continuación, Monroe se convirtió en ministro en Gran Bretaña. Bajo el mandato de James Madison, ejerció como Secretario de Estado y Secretario de Guerra.

Monroe aportó a su presidencia una visión de una América ampliada, una visión que contribuyó a facilitar la formulación de lo que se conoce como la Doctrina Monroe. Debido a que esta Doctrina lleva su nombre, el público en general no es proclive a reconocer las importantes contribuciones realizadas por el Secretario de Estado John Quincy Adams y el asesor presidencial oficioso Thomas Jefferson.

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(2 de diciembre de 1823), piedra angular de la política exterior estadounidense enunciada por el presidente James Monroe en su mensaje anual al Congreso. Declarando que el Viejo y el Nuevo Mundo tenían sistemas diferentes y debían seguir siendo esferas distintas, Monroe expuso cuatro puntos básicos: (1) Estados Unidos no interferiría en los asuntos internos de las potencias europeas ni en las guerras entre ellas; (2) Estados Unidos reconocía y no interferiría en las colonias y dependencias existentes en el hemisferio occidental; (3) el hemisferio occidental estaba cerrado a futuras colonizaciones; y (4) cualquier intento de una potencia europea de oprimir o controlar cualquier nación del hemisferio occidental sería considerado un acto hostil contra Estados Unidos.

La doctrina fue una consecuencia de la preocupación, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, de que las potencias continentales intentaran restaurar las antiguas colonias de España, en América Latina, muchas de las cuales se habían convertido en nuevas naciones independientes. A Estados Unidos también le preocupaban las ambiciones territoriales de Rusia en la costa noroeste de Norteamérica. En consecuencia, George Canning, el ministro de Asuntos Exteriores británico, sugirió una declaración conjunta de Estados Unidos y Gran Bretaña que prohibiera la futura colonización en América Latina. Monroe se mostró inicialmente favorable a la idea, y los ex presidentes Thomas Jefferson y James Madison estuvieron de acuerdo. Pero el Secretario de Estado John Quincy Adams argumentó que Estados Unidos debía emitir una declaración de política americana exclusivamente, y su opinión acabó prevaleciendo.

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La Doctrina Monroe estableció límites al alcance o la influencia de Estados Unidos y las naciones europeas. Explore este documento a través de una definición y un resumen, comprenda su propósito y conozca los casos en los que se ha invocado.

¿Qué es la Doctrina Monroe? La Doctrina Monroe es una declaración de política exterior que creó esferas separadas de influencia europea y estadounidense. Fue redactada por el presidente James Monroe y el secretario de Estado John Quincy Adams, y Monroe la presentó al Congreso en su séptimo discurso anual ante el Congreso el 2 de diciembre de 1823. La Doctrina Monroe consta de cuatro puntos principales 1. Estados Unidos se mantendría neutral en los asuntos europeos y no se involucraría en los conflictos europeos.2. Estados Unidos no interferiría con las actuales colonias europeas en el hemisferio occidental.3. No se permitiría a ninguna nación europea establecer una nueva colonia en el hemisferio occidental.4. Si una nación europea intentara interferir con una nación del hemisferio occidental, Estados Unidos lo consideraría un acto hostil y respondería en consecuencia. Básicamente, pues, la Doctrina Monroe decretaba que Estados Unidos se encargaría de los asuntos del hemisferio occidental. Esencialmente, Monroe le decía a Europa: “No te metas en nuestros asuntos y nosotros no nos meteremos en los tuyos”.

El corolario roosevelt de la doctrina monroe

Para sorpresa de la mayor parte de América Latina, y tal vez de algunos estadounidenses, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, se ha dedicado a anunciar que “la Doctrina Monroe está viva y coleando”. Invocó una política histórica de Estados Unidos para dar a entender que este país dictará las condiciones de gobierno y comercio en los países del hemisferio occidental, por la fuerza militar si es necesario. La amenaza está evidentemente destinada a intimidar al gobierno de Nicolás Maduro de Venezuela para que no utilice la fuerza militar para sofocar la rebelión civil. Se trata de una mala práctica de seguridad nacional, un despilfarro de la buena voluntad política que Estados Unidos se ha ganado al descartar una política histórica que ha superado su propósito.

Pero es oportuno que Venezuela ocupe un lugar destacado en el debate sobre la Doctrina Monroe, ya que fue sobre Venezuela en 1895 cuando un presidente estadounidense invocó por primera vez su uso. El presidente James Monroe había declarado en 1823 que “los continentes americanos, por la condición libre e independiente que han asumido y mantienen, no deben ser considerados en lo sucesivo como sujetos de futura colonización por ninguna potencia europea”. Esto marcó el momento en que la política exterior de Estados Unidos rompió por primera vez con las tradiciones europeas e intentó moldear el mundo a su imagen republicana. Pero Estados Unidos carecía de la fuerza militar necesaria para llevar a cabo esta política durante los 70 años siguientes. La política tuvo su primera prueba real cuando un régimen corrupto de Caracas intentó manipular a Estados Unidos para que lo defendiera.