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Mejores libros siglo 21
los mejores libros para leer
Amigos, es cierto: se acerca el final de la década. Ha sido una década difícil, angustiosa y moralmente comprometida, pero al menos ha estado poblada de buena literatura. Nos quedaremos con el lado bueno de las cosas cuando podamos.
Así que, como es nuestro sagrado deber como web literaria y cultural -aunque con plena conciencia de la naturaleza potencialmente infructuosa e interminablemente discutible de la tarea-, en las próximas semanas echaremos un vistazo a los mejores y más importantes (que no siempre son los mismos) libros de la década que fue. Lo haremos, por supuesto, mediante diversas listas. Empezamos con las mejores novelas de debut, las mejores colecciones de cuentos, las mejores colecciones de poesía, las mejores memorias, las mejores colecciones de ensayos, las mejores (otras) novelas de no ficción y las mejores novelas traducidas de la década. Ahora hemos llegado a la octava y más difícil lista de nuestra serie: las mejores novelas escritas y publicadas en inglés entre 2010 y 2019.
Os sorprenderá saber que nos ha costado mucho decidirnos por 10. Así que, siendo capitanes de nuestro propio destino, decidimos que podíamos elegir 20… más casi otras tantas disidencias. No permitimos las reediciones, pues de lo contrario es mejor que crean que esta lista incluiría El último samurái, Lancha rápida y Quién cambió y quién murió, entre una gran cantidad de otros. Además, para esta lista hemos descartado las novelas traducidas, ya que tuvieron su propia lista la semana pasada, y para incluirlas habría sido necesario hacer una lista el doble de larga. (Mi querida Dulces días de disciplina, sin duda entre las diez mejores novelas que he leído personalmente esta década, es doblemente inelegible, pero por suerte también escribo estas introducciones).
la historia secreta
En realidad, la construcción de un canon de cualquier tipo es un poco extraña en este momento, cuando gran parte de la forma de medir el valor cultural está en proceso de cambio. Nacido de la antigua batalla sobre qué historias pertenecían al “canon” de la Biblia, el canon literario moderno arraigó en las universidades y se definió como el producto estático del consenso: un conjunto de volúmenes encuadernados en cuero que se podían lanzar al espacio para causar una buena primera impresión a los extraterrestres. Su supuesta permanencia se convirtió en objeto de batallas más recientes, allá por el siglo XX, entre quienes lo defendían como fundamento de la civilización occidental y quienes lo atacaban por excluyente o incluso racista.
Pero, ¿y si se pudiera empezar un canon desde cero? Pensamos que podría ser divertido especular (muy prematuramente) sobre cómo podría ser un canon del siglo XXI en este momento. Hace un par de meses, nos pusimos en contacto con docenas de críticos y autores: voces consolidadas (Michiko Kakutani, Luc Sante), pensadores más radicales (Eileen Myles), críticos más jóvenes de medios como n+1, y también algunos de nuestros colaboradores más leídos. Les pedimos a cada uno de ellos que nombraran varios libros que estuvieran entre las 100 obras más importantes de ficción, memorias, poesía y ensayo desde el año 2000 y contabilizamos los resultados. El objetivo no era crear una biblioteca fija, sino tomar un selfie borroso de un momento cultural.
john grisham
De acuerdo, me tomo a cualquiera que haga este tipo de lista (mirándote a ti, Guardian) como un reto personal. Así que me he sentido obligado a elaborar mi propia selección. Ahora bien, no estoy afirmando seriamente que estos sean “los mejores libros del siglo”, eso sería una tontería, dada la aleatoriedad de lo que he leído y no he leído. The Guardian puede basarse en las opiniones de una serie de críticos; yo sólo puedo basarme en las mías. A lo largo de este siglo he estado trabajando, estudiando, dirigiendo una organización benéfica, revisando óperas, criando una familia, escuchando música, además de leer.
Sin embargo, leo mucho. Siempre lo he hecho. Y estos son los libros de los últimos casi 20 años que me han impactado de verdad, que se han quedado conmigo después de leerlos, que me han ofrecido más disfrute, iluminación y esperanza, sea cual sea su género.
Repasé la lista de The Guardian y añadí algunos de sus títulos a mi larga lista, pero luego los volví a borrar (he anotado los títulos de abajo que todavía se solapan), porque me di cuenta de que, aunque eran buenos, no había pensado en ellos desde que los leí, no había salido a comprar todos los demás libros del autor, ni había priorizado una relectura. Todos los títulos que aparecen a continuación me han llevado a algún sitio, si quieres.
ulises
Dos niñas, Lila y Lena, se hacen amigas cuando una de ellas deja caer la querida muñeca de la otra en el pozo más aterrador que pueda encontrar y, furiosa, la otra hace lo mismo. Juntas tienen que enfrentarse a sus miedos y recuperarla. Y así comienza una historia en la que las dos se hieren, se aman, se provocan y se envidian, recorriendo el espectro de los comportamientos interpersonales desde la crueldad hasta la ternura más absoluta. Uno de los aspectos más deslumbrantes de Mi brillante amigo es que los lectores nunca pueden saber exactamente quién es brillante y quién es un amigo, y tampoco Lila y Lena. Traducido del italiano por Ann Goldstein, con un profundo conocimiento histórico del Nápoles de los años 50, el libro (al igual que las tres entregas más de la serie napolitana que le siguieron) fue una sensación desde su publicación original en italiano en 2011, entre otras cosas porque la verdadera identidad de la autora Elena Ferrante sigue siendo incierta. Al igual que sus protagonistas, los motivos de Ferrante son difíciles de averiguar, pero su relato es tan claro y brutal como la caída de un cristal.