Que dice europa de cataluña hoy

Resultados de cataluña

Vive le Québec libre”. Quién puede olvidar el travieso e irresponsable discurso de De Gaulle en julio de 1967 durante su visita a esa desventurada provincia, un eslogan que se ha convertido desde entonces en el eterno grito de guerra del tribalismo occidental. Y ahora, uniéndose a la cola cada vez más larga, está Cataluña, cuyo subtexto de las elecciones recientemente convocadas es, una vez más, la “independencia”. Los vascos están al acecho y los escoceses ni siquiera están al acecho, sino que avanzan silenciosamente. Y está la “Padania” liderada por la horrible Liga Norte en Italia, y la lista no termina ahí.

Alimentar este frenesí por la secesión y la independencia en Europa es la premisa de que todos estos nuevos estados encontrarán de alguna manera un refugio seguro como Estados miembros de la Unión Europea. Si no existiera esa premisa, el apetito por la independencia se reduciría considerablemente, y el mar embravecido de “ir por libre” sería mucho más amenazador. El Tribunal Supremo de Canadá, en su cuidadosa y meticulosa decisión sobre Quebec, cuyo razonamiento sigue siendo válido hoy en día, demostró claramente que ninguno de estos casos goza de un derecho de secesión en virtud del derecho internacional público, ya que todos ellos disfrutan de amplias libertades individuales y colectivas que permiten la plena reivindicación de su identidad nacional y/o cultural dentro de sus respectivos Estados.

Independencia de cataluña 2021

El lunes (9 de octubre), los responsables de los gobiernos locales de toda la Unión Europea se reunirán en Bruselas con motivo de la “Semana Europea de las Regiones y Ciudades”. Mientras se reúnen, serán muy conscientes de la agitación que se está produciendo en una región en particular: Cataluña.

La crisis catalana ha hecho que los periódicos de toda Europa se fijen en otros movimientos secesionistas, desde Escocia hasta Flandes o Baviera. ¿La violencia del Estado español contra las fuerzas regionales envalentonará a estos otros movimientos? ¿Será este el momento en el que la UE se desmorone?

Aunque populistas anti-UE como Nigel Farage y Geert Wilders han defendido la causa catalana esta semana, los secesionistas catalanes no son anti-UE. Al contrario, al igual que otros movimientos en lugares como Escocia y Flandes, su plan de independencia depende de la permanencia en el bloque. Es la UE la que los ha envalentonado, porque como Estado miembro seguirían teniendo acceso al mercado de su país.

Cataluña vota

Como resultado del referéndum consultivo de independencia de Cataluña de 2017, las reacciones vinieron de una multitud de vías, incluyendo el Estado central nacional y otros organismos oficiales, así como los comentarios internacionales. Mientras que la comunidad gubernamental y no gubernamental de Cataluña defendió el voto, la mayor parte de la comunidad internacional defendió la “integridad territorial” de España o simplemente criticó la respuesta exagerada de la policía central. Otras entidades subnacionales también apoyaron a Cataluña.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, dijo que mantendrá su promesa de declarar la independencia de forma unilateral. Añadió que Cataluña “se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente”[1] y achacó la situación de Cataluña a la “intransigencia, la represión, la negación total de la realidad, la hostilidad que se ha visto durante las reivindicaciones democráticas de nuestro país” y que “en este día de esperanza y sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña se han ganado el derecho a tener un Estado independiente en forma de república… Nos hemos ganado el derecho a ser escuchados, respetados y reconocidos”[2].

Referéndum de cataluña

Cataluña y la democracia europeaA medida que se intensifique, la crisis catalana tendrá ramificaciones más amplias en la política de la UE. Un elemento crucial gira en torno al estado de la democracia europea. Las apelaciones a la democracia han sido utilizadas y mal utilizadas por ambas partes en la disputa sobre el referéndum de Cataluña. Para muchos (pero no todos) en Cataluña, la votación representa un ejemplo alentador de democracia popular contra un Estado intransigente y prepotente. En Madrid y otras capitales de la UE, la amenaza de que Cataluña declare unilateralmente la independencia es una afrenta a las leyes democráticas básicas de la Unión.

Esta división refleja una tensión emergente en toda Europa entre diferentes concepciones de la democracia. Un concepto hace hincapié en el Estado de Derecho; el otro, en la importancia de la participación activa de los ciudadanos. Ambos son necesarios para una democracia de calidad, pero a veces puede haber tensión entre ambos. Muchos de los problemas actuales de la UE se derivan precisamente de esta tensión. En este sentido, los acontecimientos en Cataluña son el resultado no sólo de la complejidad de la política interna española, sino que también reflejan un problema más estructural con la forma en que está evolucionando la democracia europea.