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Entierro franco valle de los caidos
Datos del valle de los caídos
El monumento, considerado un hito de la arquitectura española del siglo XX, fue diseñado por Pedro Muguruza y Diego Méndez a escala para igualar, según Franco, “la grandeza de los monumentos de antaño, que desafían el tiempo y la memoria”. Junto con la Universidad Laboral de Gijón, es el ejemplo más destacado del original estilo neoherreriano español, que pretendía formar parte de un renacimiento de la arquitectura de Juan de Herrera, ejemplificado en la cercana residencia real de El Escorial. Esta arquitectura singularmente española se utilizó ampliamente en los edificios públicos de la España de posguerra y tiene sus raíces en el clasicismo fascista internacional, ejemplificado por Albert Speer o la Esposizione Universale Roma de Mussolini.
El recinto del monumento abarca más de 13,6 km2 de bosque mediterráneo y peñascos de granito en la Sierra de Guadarrama, a más de 910 m sobre el nivel del mar, e incluye una basílica, una abadía benedictina, una casa de huéspedes, el Valle y los Juanelos, cuatro monolitos cilíndricos que datan del siglo XVI. El elemento más destacado del monumento es la imponente cruz cristiana de 150 metros de altura, la más alta del mundo, erigida sobre un afloramiento de granito a 150 metros sobre la explanada de la basílica y visible desde más de 32 km. Las obras se iniciaron en 1940 y tardaron más de dieciocho años en completarse; el monumento se inauguró oficialmente el 1 de abril de 1959. Según el libro oficial, el coste de la construcción ascendió a 1.159 millones de pesetas, financiados mediante sorteos de lotería nacional y donaciones. Algunos de los trabajadores eran presos que cambiaron su trabajo por una reducción de la condena.
Exhumación de franco
El monumento, considerado un hito de la arquitectura española del siglo XX, fue diseñado por Pedro Muguruza y Diego Méndez a escala para igualar, según Franco, “la grandeza de los monumentos de antaño, que desafían el tiempo y la memoria”. Junto con la Universidad Laboral de Gijón, es el ejemplo más destacado del original estilo neoherreriano español, que pretendía formar parte de un renacimiento de la arquitectura de Juan de Herrera, ejemplificado en la cercana residencia real de El Escorial. Esta arquitectura singularmente española se utilizó ampliamente en los edificios públicos de la España de posguerra y tiene sus raíces en el clasicismo fascista internacional, ejemplificado por Albert Speer o la Esposizione Universale Roma de Mussolini.
El recinto del monumento abarca más de 13,6 km2 de bosque mediterráneo y peñascos de granito en la Sierra de Guadarrama, a más de 910 m sobre el nivel del mar, e incluye una basílica, una abadía benedictina, una casa de huéspedes, el Valle y los Juanelos, cuatro monolitos cilíndricos que datan del siglo XVI. El elemento más destacado del monumento es la imponente cruz cristiana de 150 metros de altura, la más alta del mundo, erigida sobre un afloramiento de granito a 150 metros sobre la explanada de la basílica y visible desde más de 32 km. Las obras se iniciaron en 1940 y tardaron más de dieciocho años en completarse; el monumento se inauguró oficialmente el 1 de abril de 1959. Según el libro oficial, el coste de la construcción ascendió a 1.159 millones de pesetas, financiados mediante sorteos de lotería nacional y donaciones. Algunos de los trabajadores eran presos que cambiaron su trabajo por una reducción de la condena.
Interior del valle de los caídos
El monumento, considerado un hito de la arquitectura española del siglo XX, fue diseñado por Pedro Muguruza y Diego Méndez a escala para igualar, según Franco, “la grandeza de los monumentos de antaño, que desafían el tiempo y la memoria”. Junto con la Universidad Laboral de Gijón, es el ejemplo más destacado del original estilo neoherreriano español, que pretendía formar parte de un renacimiento de la arquitectura de Juan de Herrera, ejemplificado en la cercana residencia real de El Escorial. Esta arquitectura singularmente española se utilizó ampliamente en los edificios públicos de la España de posguerra y tiene sus raíces en el clasicismo fascista internacional, ejemplificado por Albert Speer o la Esposizione Universale Roma de Mussolini.
El recinto del monumento abarca más de 13,6 km2 de bosque mediterráneo y peñascos de granito en la Sierra de Guadarrama, a más de 910 m sobre el nivel del mar, e incluye una basílica, una abadía benedictina, una casa de huéspedes, el Valle y los Juanelos, cuatro monolitos cilíndricos que datan del siglo XVI. El elemento más destacado del monumento es la imponente cruz cristiana de 150 metros de altura, la más alta del mundo, erigida sobre un afloramiento de granito a 150 metros sobre la explanada de la basílica y visible desde más de 32 km. Las obras se iniciaron en 1940 y tardaron más de dieciocho años en completarse; el monumento se inauguró oficialmente el 1 de abril de 1959. Según el libro oficial, el coste de la construcción ascendió a 1.159 millones de pesetas, financiados mediante sorteos de lotería nacional y donaciones. Algunos de los trabajadores eran presos que cambiaron su trabajo por una reducción de la condena.
La nueva tumba de franco
El monumento, considerado un hito de la arquitectura española del siglo XX, fue diseñado por Pedro Muguruza y Diego Méndez a escala para igualar, según Franco, “la grandeza de los monumentos de antaño, que desafían el tiempo y la memoria”. Junto con la Universidad Laboral de Gijón, es el ejemplo más destacado del original estilo neoherreriano español, que pretendía formar parte de un renacimiento de la arquitectura de Juan de Herrera, ejemplificado en la cercana residencia real de El Escorial. Esta arquitectura singularmente española se utilizó ampliamente en los edificios públicos de la España de posguerra y tiene sus raíces en el clasicismo fascista internacional, ejemplificado por Albert Speer o la Esposizione Universale Roma de Mussolini.
El recinto del monumento abarca más de 13,6 km2 de bosque mediterráneo y peñascos de granito en la Sierra de Guadarrama, a más de 910 m sobre el nivel del mar, e incluye una basílica, una abadía benedictina, una casa de huéspedes, el Valle y los Juanelos, cuatro monolitos cilíndricos que datan del siglo XVI. El elemento más destacado del monumento es la imponente cruz cristiana de 150 metros de altura, la más alta del mundo, erigida sobre un afloramiento de granito a 150 metros sobre la explanada de la basílica y visible desde más de 32 km. Las obras se iniciaron en 1940 y tardaron más de dieciocho años en completarse; el monumento se inauguró oficialmente el 1 de abril de 1959. Según el libro oficial, el coste de la construcción ascendió a 1.159 millones de pesetas, financiados mediante sorteos de lotería nacional y donaciones. Algunos de los trabajadores eran presos que cambiaron su trabajo por una reducción de la condena.