La Federación Aragonés de Montañismo (FAM) cierra su fase de modernización, crecimiento y expansión. Luis Masgrau deja su cargo después de dos décadas al frente de la FAM. Es el quinto líder tras las presidencias de Pepe Díaz, Félix Cruchaga, José Ramón Morandeira y Jesús Rivas. Han sido dos décadas intensas desde que el 28 de noviembre terminará con la elección del nuevo presidente. El barcelonés fue uno de los líderes territoriales más experimentados del deporte aragonés.
Masgrau hizo oficial la noticia en la Asamblea Ordinaria del 27 de junio. “No estoy desmotivado, molesto ni cansado. Pensé que se necesitaba un poco de retrospectiva para que alguien se presentara. Entre nuestras 14.000 personas federadas, debemos motivar a la gente a que se presente. Por higiene democrática, es bueno que haya un reemplazo de jóvenes con ideas diferentes ”, reconoce Masgrau.
El líder puede abandonar el barco con seguridad ya que la FAM ya tiene un candidato para reemplazarlo. Esto es Javier Franco. “Lleva dos mandatos en la junta. Conoce los entresijos de la casa en una federación que requiere esfuerzo y dedicación con un presupuesto de 3.700.000 euros, el doble que el de la Federación Española . y donde necesitas estar al tanto de muchas cosas. Javier aúna motivación, ilusión y entusiasmo. “Franco viene de un club en auge como Os Andarines d’Aragon, el segundo con más fichas de la comunidad detrás de Peña Guara.
Masgrau, que ya estaba vinculado a la entidad desde 1990 como asesor médico, vivió momentos de gran alegría durante su etapa federativa. “Para mí, los momentos más felices han sido la apertura de senderos y refugios. Es como cuando nace un niño. La apertura de algo es el resultado de un trabajo duro en el que hay Mucha gente detrás. Desde el que abre un camino, el que levanta unos ladrillos, los líderes políticos que han ayudado … “. El gran secreto de la FAM de Luis Masgrau es el trabajo en equipo.” El gran valor de esto federación es la gran cantidad de personas que están comprometidas con entusiasmo con la promoción del montañismo aragonés. Aquí, como yo, hay personas muy motivadas, altruistas y dedicadas que no se cansan nunca en cada región y que llevan 40 años trabajando . Sin este voluntariado, los clubes morirían ”, admite. Masgrau ha seguido una política de conciliación y crecimiento constante de un territorio que parece no tener techo. “Estamos en un momento suave con el territorio económicamente sano. Salí de la FAM con 14.026 federados, un récord, así como el número de pernoctaciones en albergues. Hemos pasado por tiempos difíciles económicamente, pero hemos tenido mucho cuidado. Nuestra fuente de financiación son las licencias federativas. Representan el 90% del presupuesto y por eso vivimos de nuestros propios recursos, lo que nos da autonomía para actuar ”, dice.
Masgrau fue la continuación de los 15 años pasados en el cargo de Jesús Rivas en este espíritu de diálogo y entendimiento con todos. “Él fue quien trastornó a la federación y le dio la vuelta como un calcetín. Trabajó y dejó que funcionara. Rivas es un gran maestro, ama mucho esta casa y ahora sigue como auditor”, explica- lo hace.
Con Rivas llegó la modernización y profesionalización de la FAM. “Siempre hemos sido un gran equipo. Algunos están en el campamento base y otros están equipando campamentos de gran altitud. Desde hace diez años, hemos dado un paso adelante con la profesionalización de la FAM. Ahora hay cinco trabajadores“Sus dos personas de confianza son David Castillo, el director técnico y Carmen Maldonado, la directora”. Tienes que tener un equipo al que tienes que dejar trabajar y tener la iniciativa. El presidente tiene que coordinar, marcar pautas, estar informado y tomar decisiones en caso de incendio ”, explica.
No todo fue un lecho de rosas en su época como presidente del territorio. Lo que empeoró fue no haber podido ver inaugurada la ampliación del refugio de Goriz con la remodelación de estos, que aún no ha comenzado. “Esto es lo que más me pongo. Hay mucho dinero por hacer para acabar con Goriz. Hemos tratado de conseguir que la organización de parques nacionales dona dinero para coincidir con las celebraciones del centenario, pero ahora las expectativas se complican con el coronavirus. Espero que se pueda inaugurar en los próximos cinco años ”, explica con tristeza.
Otro pilar fundamental ha sido el desinterés que ha mostrado el Gobierno de Aragón en el Centro de Tecnificación de los Deportes de Alta Montaña. “Queríamos que la escuela de montaña de Benasque fuera como la de Chamonix en los Alpes, pero está infrautilizada. La de Benasque tiene una doble vocación: forma guías de montaña y es un centro de formación técnica de alta montaña. Pero el gobierno de Aragón no cree en este último proyecto por falta de sensibilidad. Nuestra gran frustración es que el gobierno de Aragón no gastó más dinero en la formación oficial de técnicos. Hacemos maravillas con pocos recursos. Desde 2003, el Gobierno de Aragón nos ha aportado 85.000 euros anuales para los cursos y 30.000 para las pruebas de acceso y a pesar de los pocos medios hemos formado a 2.000 técnicos y vienen de Cataluña y del País Vasco porque tenemos prestigio ”, dice.
El abandono de Masgrau coincide con el de Joan Garrigós como presidente de la Federación Española (FEDME) tras 28 años al pie del cañón. Masgrau parecía un posible sustituto del catalán. “Garrigós tiene 73 años y no tenía sentido que siguiera. Yo era vicepresidente y mi nombre era considerado candidato, pero nunca dije que me postularía. La FEDME requiere mucha dedicación y no me lo tomé en serio porque no tengo tiempo disponible para mi trabajo como médico ”, explica.
Tras este final de ciclo, este dirigente de 63 años recuerda sus primeros pasos en la montaña como si fuera ayer con su hermano gemelo José, actual presidente de los Montañeros de Barbastro. “Cuando tenía diez años, mi primer campamento fue en Guaandante. El verano siguiente ya estaba en el valle de Gistain en un campamento de ‘caña de azúcar’ como el de la Virgen Blanca. Cuando tenía doce años, estaba escalando tres mil y estaba fascinado al ver a Posets. Ahora cierra el círculo con su familia haciendo una carrera artesanal. Con Pilar, su mujer, y Leire, Ixeia e Isabel, sus hijas, recorre los senderos de las sierras de Sobrarbe y Ribagorza. “Escalar y hacer senderismo con la familia es una delicia. A mi mujer ya mis tres hijas les encanta”, concluye el altoaragonés.